por Daniel Miliá*
A mediados de 2021 AT&T acordó con el Grupo Werthein la venta del 100% de Vrio, la compañía de entretenimiento digital que opera en Sudamérica bajo el nombre de DIRECTV y en Brasil bajo la marca Sky. Lo más relevante de esta operación es que Vrio tiene presencia con su sistema de video OTT (Over The Top, como se conoce a aquellos servicios que no tienen red propia, tal como Netflix) en DIRECTV GO en Argentina, Chile, Colombia, Brasil, Uruguay, Ecuador, Perú y México.
El valor de venta no fue divulgado oficialmente debido a un acuerdo de confidencialidad entre las partes y del que aún hoy persisten las dudas.
En Argentina, la suscripción a TV por cable creció 9% en lo que va del año, frente un retroceso del 4% de los abonados a la TV satelital. El share de mercado ronda el 36.5% frente al 39.2% de Cablevisión. En términos generales, el Grupo Werthein se hizo acreedor de un negocio que mueve 10.4 millones de clientes en la región y de un conglomerado de negocios donde, además del servicio de DIRECTV Go en LATAM, tiene: operaciones de banda ancha, la marca Torneos y Competencias (Argentina), Win Sports (Colombia), una alta penetración en la TV paga de la región cercana al 57% y la plataforma LIVE para eventos deportivos en vivo.
Sin perjuicio de esto, AT&T difundió en su presentación de Balance, previa al desprendimiento de Vrio, un dato que alarmó al mercado: se verificó un deterioro de $2.500 millones sumado a $2.100 millones por ajustes en la conversión de moneda extranjera acumulada. Este dato muestra con claridad el deterioro al que quedó expuesto su negocio satelital en la región.
En 2021, DIRECTV reportó ingresos brutos por $2.607 millones, lo que representa una caída del 17.3% respecto al año anterior. La utilidad operativa fue de $80 millones, es decir, un 156% interanual más pero teniendo presente que en el año 2020 la firma arrojó pérdidas. En lo que va del año 2022, sus ingresos se estiman en $1.200 millones, lo que representa una pérdida potencial de más del 50% respecto a la facturación del año previo.
Sumado a ello, DIRECTV es la segunda empresa en la región (a excepción de Brasil) más afectada por el cord-cutting, término que refiere a la desuscripción de abonados.
A más de un año de la venta, queda claro que AT&T, presionado por uno de sus accionistas mayoritarios (Management Elliott, de Paul Singer), se desprendió de un negocio que no le sumaba valor y cuya inyección de dinero le permitió enfocarse en el desarrollo de la red 5G.
Ahora bien, resulta interesante analizar el atractivo para el Grupo Werthein al comprar una unidad que viene perdiendo constantemente suscriptores de TV paga. En primer lugar, la decisión de incursionar en este nuevo rubro se debe a que el grupo no tiene trabas regulatorias que le impliquen desprenderse de un sector del negocio por prácticas de concentración monopólica. En segundo lugar, en la región aún persiste un porcentaje importante de hogares sin banda ancha. En tercer lugar, se está comenzando a desarrollar DIRECTV Go y TyC para que sean un proveedor de contenidos, además de la intención que tiene la empresa para el primer trimestre de 2023 de realizar acuerdos con proveedores de Internet que no tengan una propuesta de televisión o entretenimiento.
En el mediano plazo, la compañía aspira a convertirse en un agregador de otros OTT, de manera de converger en un solo servicio con toda la oferta de plataformas de streaming, es decir, transformar una unidad de negocios con pérdida de clientes en un servicio de entrenamiento integral multipropósito.
* Daniel Miliá es Magister en Gestión Económica y Financiera de Riesgos Especialista en Mercado
de Capitales. Lic. En Economía. Autor de libros y artículos de finanzas y mercado de capitales.
Conferencista nacional e internacional.