Por Daniel Miliá
Aerojet Rocketdyne anunció a fines de este mes un contrato de dos años por valor de USD 23,8 millones de Lockheed Martin para seguir suministrando unidades de propulsión para el misil Javelin. Mientras que la noticia resulta favorable para cualquier analista, no dista de ser polémica a la luz de los actuales acontecimientos. En este sentido, Lockheed Martin ha planteado sus preocupaciones al Departamento de Defensa de EE.UU. y a la Comisión Federal de Comercio (FTC) sobre la adquisición de Aerojet por parte de L3Harris.
Lockheed, quería que L3Harris garantizara el acceso a los motores para cohetes, a precios justos y con protecciones de la propiedad intelectual, pero a la fecha no había recibido respuesta sobre sus preocupaciones.
Desde la empresa, sostienen que es realmente preocupante porque pone en peligro contratos por más de USD 200 millones para satisfacer la creciente demanda que se verifica en múltiples sistemas de armas como el lanzamisiles Javelin y el sistema de defensa antiaérea Patriot. Si L3Harris sigue sin responder, Lockheed quiere que el Departamento de Defensa o la FTC pongan en marcha un mecanismo que garantice el acceso a la tecnología.
Un portavoz de L3Harris no hizo comentarios sobre las preocupaciones planteadas por Lockheed directamente, pero añadió: «Estamos en un proceso de la FTC y esperamos que la transacción se cierre en la segunda mitad de 2023». Esta disputa comienza en diciembre 2022 cuando L3Harris anunció que compraría Aerojet por USD 4.700 millones mientras buscaba y busca aprovechar la creciente demanda de misiles debido al conflicto de Ucrania.
Lockheed intentó anteriormente comprar Aerojet en un acuerdo de USD 4.400 millones, pero abandonó la adquisición en febrero de 2022 después de que la FTC demandara para bloquear el acuerdo, citando preocupaciones de que Lockheed podría obstaculizar el acceso justo de los competidores a los productos de Aerojet.
Sin perjuicio de ello, la firma ha comunicado recientemente los resultados del primer trimestre finalizado el 31 de marzo de 2023: las ventas alcanzaron los USD 566,3 millones, frente a los USD 511,1 millones del ejercicio previo. A su vez el flujo de caja fue de USD 27,8 millones frente a los 27,8 millones de USD de hace un año. El beneficio básico por acción de las operaciones continuadas fue de USD 0,34 un valor similar al registrado en igual periodo de 2022. En tanto, el beneficio diluido por acción de las operaciones continuadas fue de 0,34 USD frente a los 0,33 USD de hace un año.
Con todo ello, las previsiones de la firma para 2023 lucen favorables: la facturación alcanzará los USD 2.393,4 millones, reportando un alza de 7%. Debido a un notable abastecimiento de insumos apoyado en la sinergia del Holding, su estructura de costos aumentó en menor proporción y escaló hasta los US 2.014,3 millones. El margen bruto se proyecta hasta los USD 379,1 millones, es decir, un 14,4% superior al ejercicio previo, mientras que el EBITDA recuperará lo perdido en 2022 para posicionarse en USD 290,8 millones, a la vez que la cuenta de intereses logrará una reducción moderada para el presente ejercicio, con vistas a mostrar una marcada desaceleración en 2024. El flujo de caja, de no mediar dificultades en el segundo semestre, se estima en USD 155 millones, evidenciando una suba interanual del 34,8%. En síntesis, la empresa además de tejer una red de provisión de insumos estratégicos cuenta con un fondeo para morigerar posibles ralentizaciones de la demanda externa.
Proyección histórica de ingresos – actual y estimado (en mm USD)
Autor: Daniel Miliá. Magister en Gestión Económica y Financiera de Riesgos Especialista en Mercado de Capitales. Lic. En Economía. Autor de libros y artículos de finanzas y mercado de capitales. Conferencista nacional e internacional.