Por Eliana Fernández Massi
Este viernes la operadora argentina ARSAT renovó autoridades, luego de la discusión parlamentaria sobre el proyecto de ley del oficialismo en que la empresa pasaría a estar sujeta a privatización parcial. Para ARSAT el paquete de medidas tratado en el Congreso establece que el Estado solamente puede realizar una privatización parcial, debiendo el Estado mantener el control de la empresa con mayoría accionaria. Tras el fracaso del proyecto de ley, el gobierno designó al gerente de Tecnología Informática de la empresa estatal, Mariano Greco, como presidente y gerente general.
ARSAT desempeña un papel estratégico en Argentina por varias razones. Fundada en 2003 con un enfoque en soluciones satelitales, ARSAT ha expandido su alcance nacional con una extensa infraestructura que incluye 40 mil kilómetros de fibra óptica, dos satélites en funcionamiento, 101 antenas para televisión digital y un centro de datos equipado con miles de servidores. En su rol de mayorista de capacidad, la empresa está bien posicionada para coordinar redes gracias a sus activos estratégicos, como derechos de espectro, telepuertos, centros de datos y acuerdos de distribución y comercialización.
En la coyuntura actual es crucial resaltar que en los últimos años ARSAT ha conformado alianzas estratégicas orientadas a construir un ecosistema de asociaciones para desarrollar nuevas fuentes de ingresos junto con actores locales y globales. En particular en el área satelital, que está experimentando importantes cambios a nivel mundial, es fundamental no perder los avances y capacidades acumuladas en los últimos años.
Actualmente, el panorama global para los operadores satelitales regionales está marcado por el crecimiento de la capacidad de alto rendimiento tanto en órbita geoestacionaria (GEO) como en órbita terrestre baja (LEO), que está en plena expansión en cuanto a su alcance de mercado y la adopción de nuevos modelos de negocios. En este contexto, es importante recalcar la relevancia de los activos estratégicos de ARSAT.
A pesar de las asimetrías en el tratamiento regulatorio de las solicitudes para brindar servicios y las diferencias en las capacidades tecnológicas y financieras entre operadores regionales como ARSAT y grandes operadores globales, en la actualidad la empresa nacional está colaborando con actores globales. La construcción del perfil tecnológico de la empresa en los últimos años ha contribuido a generar las condiciones para esta nueva etapa de cooperación.
Durante la anterior gestión, la operadora nacional ha alcanzado varios logros significativos. Estos incluyen la expansión de la capacidad satelital y proyectos para aumentar la flota de ARSAT, la introducción de un nuevo servicio de Internet de las Cosas (IoT) a través de satélites en órbita geoestacionaria (GEO) y la ejecución de actividades innovadoras en colaboración con socios locales a través del programa Potencial Satelital. Además, se ha comenzado a trabajar en nuevos proyectos como el ARSAT SG2 y una demostración tecnológica de IoT en órbita terrestre baja (LEO) con cubesats de VENG, conocido como «IoT Demo». Ambos proyectos requerirán de voluntad política para materializarse en el marco de la nueva gestión.
Los satélites geoestacionarios en banda Ku ARSAT-1 y 2, lanzados en 2014 y 2015 y que siguen en pleno funcionamiento, se encuentran en torno al 95% de su capacidad y ganan unos 40 millones de dólares al año. Si bien los siguientes satélites ARSAT fueron discontinuados por el gobierno de Mauricio Macri, actualmente están en desarrollo dos proyectos de ampliación de la flota de ARSAT, los nuevos satélites SG1 y SG2.
Financiado por la Corporación Andina de Fomento (CAF), el satélite ARSAT SG-1, actualmente en construcción en las instalaciones de INVAP, será el primer satélite de alto rendimiento (HTS) de ARSAT, así como su primer satélite que opere en la frecuencia de banda Ka. La capacidad de servicio será de 70 gigabits por segundo, gracias al uso de la banda Ka en el rango de los 27,5 a 31 GHz y la reutilización de frecuencia por su tecnología HTS. El lanzamiento de SG-1 está previsto para mediados de 2025, mientras que SG-2, reemplazaría a Arsat 1 que tiene vida útil de diseño hasta 2029.
A diferencia del SG-1, el satélite SG-2 tendrá un payload flexible que combinará un HTS en banda Ka, un HTS en banda Ku y un canalizador. El objetivo es combinar el servicio de broadcast de televisión y conectividad en la banda Ku y de Internet de alta velocidad en áreas remotas en banda Ka. Se trata de una tecnología que permite reorientar los haces y la cobertura de acuerdo a la demanda, y también definir el ancho de banda de una forma programable.
Durante el año pasado, el sistema satelital de ARSAT se complementó con 8 Gbps de capacidad en banda Ka del satélite SES-17. Operando a 67 grados Oeste, SES-17 es el único satélite de banda Ka de alto rendimiento que actualmente opera en la región de las Américas con cobertura total sobre el territorio continental argentino. También se avanzó en negociaciones para ampliar la capacidad satelital a través del JUPITER 3 de Hughes y el Amazonas Nexus de Hispasat.
Otro de los avances de la última gestión de ARSAT es la comercialización del servicio de “IoT GEO” en asociación con las empresas israelíes hiSky y ST Engineering iDirect. El servicio tiene cobertura en Argentina y en toda la región a través de la flota de satélites geoestacionarios de ARSAT y utiliza terminales del fabricante hiSky, que integra el módem satelital y una antena de panel plano.
ARSAT también avanzó en proyectos con empresas locales. La empresa formó parte del programa Potenciar Satelital del Ministerio de Economía a través de un proyecto para desarrollar un servicio de IoT que permita el seguimiento de activos mediante redes satelitales y celulares. La iniciativa implica el diseño y fabricación en el país de un dispositivo para el seguimiento de activos a cargo de la empresa argentina Arsultra.
En síntesis, sobran motivos para resaltar la importancia de ARSAT en la política espacial argentina y el ecosistema de telecomunicaciones local. La empresa no solo es vital para el país debido a la conectividad que ofrece en áreas remotas y a los ingresos que genera a través de la venta de servicios en el extranjero, sino también porque proporciona activos estratégicos. En un contexto de transformaciones globales en el sector, es fundamental que el Estado pueda, a través de empresas como ARSAT, coordinar actores nacionales, aprovechar el conocimiento y la experiencia local, desarrollar activos estratégicos, mantener una base financiera sólida y tener la capacidad institucional para elaborar una estrategia de desarrollo a largo plazo. Todo esto, claro está, dependerá de la voluntad y el apoyo del gobierno actual.
Eliana Fernández Massi es ingeniera industrial, becaria doctoral de CONICET y doctoranda en Desarrollo Económico en la Universidad Nacional de Quilmes.
