Con ingresos que crecieron 22 % en el primer trimestre de 2025 y una estrategia que combina hardware satelital y algoritmos de inteligencia artificial, BlackSky emerge como un actor clave en la geopolítica espacial y la seguridad nacional de EE. UU.
En el dinámico entorno del capital de riesgo y la geopolítica satelital, pocas compañías ejemplifican tan claramente la intersección entre tecnología, defensa e inteligencia artificial como BlackSky Technology Inc. (NYSE: BKSY). Fundada en 2014 como subsidiaria de Spaceflight Industries, esta firma estadounidense se especializa en observación terrestre de alta frecuencia y análisis geoespacial en tiempo real, sustentando un modelo de negocio que combina constelaciones en órbita baja (LEO), algoritmos de IA y contratos con agencias gubernamentales de Estados Unidos.
Desde el lanzamiento de su primer satélite, Pathfinder-1, en 2016 a bordo de un PSLV indio, BlackSky ha consolidado una estrategia basada en la rapidez, la cobertura global y el procesamiento automatizado. En 2018 puso en órbita sus primeros satélites operativos de la serie Global, y desde entonces su crecimiento ha sido exponencial. En 2021, la compañía se hizo pública mediante una fusión con la SPAC Osprey Technology Acquisition Corp., comenzando a cotizar en la Bolsa de Nueva York.
En la actualidad, BlackSky opera una constelación activa que realiza múltiples revisitas diarias, con capacidad para capturar imágenes cada 60 a 90 minutos y ofrecer análisis inmediatos a través de su plataforma Spectra AI. Esta herramienta permite a gobiernos y empresas detectar cambios, patrones y anomalías en infraestructuras, puertos, aeropuertos, zonas de conflicto y áreas afectadas por desastres naturales, integrando datos de sensores terrestres y fuentes de inteligencia no estructurada. En términos financieros, se trata de la oferta más líquida y táctica del sector geoespacial.
Resultados del primer trimestre de 2025
En el primer trimestre de 2025, BlackSky reportó ingresos por USD 29,5 millones, lo que representa un incremento interanual del 22 %, impulsado principalmente por nuevos contratos en el sector defensa. Asimismo, su cartera de contratos firmados (backlog) creció un 50 % en ese período.
Aunque el EBITDA ajustado arrojó un valor de –USD 0,6 millones, esta cifra incluye gastos no recurrentes vinculados a su participación en LeoStella, la empresa conjunta con Thales Alenia Space dedicada a la manufactura satelital. Sin considerar esos costos extraordinarios, el EBITDA habría sido positivo en torno a USD 2 millones, según declaró la CFO Kristen Tandon.
La posición de liquidez se mantuvo sólida, con USD 77 millones en caja, incluyendo un adelanto por contrato de USD 32 millones vinculado a una nueva adjudicación con una agencia gubernamental estadounidense.
Opiniones del mercado
En Wall Street, el consenso sobre BlackSky tiende a volverse más favorable. El fondo Benchmark elevó recientemente su precio objetivo a USD 18 por acción, destacando tres pilares fundamentales: eficiencia operativa, escalabilidad del modelo Spectra AI y creciente demanda gubernamental de soluciones de inteligencia en tiempo real. Otros analistas, como William Blair y Raymond James, mantienen una recomendación de “outperform”, aunque advierten sobre la volatilidad inherente a un segmento en plena reconfiguración global.
La comparación con empresas como Planet Labs o Satellogic es inevitable. A diferencia de sus competidores, BlackSky apuesta por una oferta integral que combina datos y análisis, en lugar de limitarse a la venta de imágenes satelitales crudas. Su plataforma se asemeja más a Palantir con visión orbital que a un proveedor convencional de imágenes. Esa es su gran propuesta de valor.
BlackSky continúa siendo una compañía que muchos consideran subvalorada, con un alto nivel de riesgo pero también con un potencial de crecimiento exponencial. Su modelo de negocio verticalizado, su cercanía con agencias del Pentágono y su enfoque en inteligencia artificial en tiempo real la posicionan como un actor relevante en la nueva arquitectura de seguridad global. Para los inversores con apetito por oportunidades asimétricas, podría representar una jugada estratégica.
Fuentes:
Latam.Space
BlackSky
Business Wire