Por Daniel Miliá
La empresa debe entregar 70 aviones Boeing 737 de fuselaje estrecho y 14.787 Dreamliner de fuselaje ancho en noviembre y diciembre para cumplir su objetivo para 2023, lo que pone al fabricante de aviones estadounidense ante una carrera de fondo durante la última parte del año y tras un octubre de poca producción.
Boeing ralentizó las entregas del 737 en agosto tras el descubrimiento de un defecto en los orificios del mamparo de presión de popa de algunos aviones. En informes anteriores hemos advertido que el cumplimiento de objetivos luce al menos desafiante y la probabilidad de afectar seriamente la hoja de balance era alta.
Recientemente la firma ha reportado el resultado al tercer trimestre de 2023, donde exhibe una pérdida neta de USD 2.212 millones, representando una disminución significativa en relación con el mismo periodo del año anterior. Pese a ello, la compañía logró incrementar sus ingresos en alrededor del 20%, alcanzando los USD 56.776 millones.
En relación a la estructura de costos se registró una reducción del 33% interanual, alcanzando los USD 1.056 millones probablemente en línea con la menor fabricación y la falta de insumos. En tanto, la estructura de gastos aumentó en un 12%, llegando a los USD 50.749 millones.
Pese a ello, el flujo libre de efectivo de la compañía se situó en USD 1.483 millones a fines de septiembre, en comparación con los USD 841.000 del año anterior. Este hecho, lejos de evidenciar cierta mejora es producto probablemente del remanente de efectivo no gastado en la adquisición de insumos y repuestos
Sin perjuicio de lo expuesto, la demanda sigue siendo fuerte en los mercados clave lo que ayuda a entender las previsiones sobre el consolidado anual. En ellas, la facturación trepa hasta los USD 76.625 millones, un 15% interanual, mientras que el margen bruto asciende a USD 7.581 millones acumulando un alza del 114% en relación a los 12 meses previos.
La previsión anual de gastos arroja que los mismos crecerán a un menor ritmo que la tasa de ingresos, a excepción de la partida de compensaciones. El EBITDA se estima para todo el ejercicio 2023 en USD 1.272 millones lo que implica una suba del 114% frente al verificado en el periodo 2022. La cuenta de intereses sigue elevada pero marca leves descensos en los últimos dos años. En tanto, el flujo de caja a diciembre se estima en un rojo de USD 3.413 millones, una reducción cercana al 50% interanual.
Las previsiones para 2024 lucen más optimistas que este fin de año. El EBITDA trepará hasta los USD 7.114 millones y existe altas chances que, por primera vez desde la pandemia, se registre un flujo de caja positivo y en alrededor de los USD 3.137 millones, en un contexto de ventas subiendo un 18% anual y cuentas de costos y gastos contenidas en términos nominales.
Proyección histórica de ingresos – actual y estimado (en mm usd)
Autor: Daniel Miliá. Magister en Gestión Económica y Financiera de Riesgos Especialista en Mercado de Capitales. Lic. En Economía. Autor de libros y artículos de finanzas y mercado de capitales. Conferencista nacional e internacional.