El pasado miércoles 15 de febrero, el Parlamento Europeo aprobó un presupuesto de 2.400 millones de euros para desarrollar la primera constelación de satélites multiorbitales de Europa, que estará operativa en 2024.

El sistema busca garantizar la autonomía estratégica de la UE en el ámbito de las comunicaciones gubernamentales, en un contexto en el que las amenazas a la ciberseguridad son cada vez más importantes, especialmente tras la guerra en Ucrania. El objetivo general es aumentar la provisión de sistemas de comunicaciones satelitales resilientes y globales, basados en la base tecnológica e industrial de la UE.

El proyecto forma parte del programa “Infraestructura para la resiliencia, interconectividad y seguridad por satélite” (IRIS), y contempla el despliegue de una costelación de satélites que proporcionarán comunicaciones seguras para los organismos y agencias gubernamentales de la Unión Europea, los servicios de emergencia y las delegaciones europeas en todo el mundo.

Hoy en día, la UE no tiene una infraestructura dedicada (incluidos los segmentos espacial y terrestre) para ofrecer servicios de comunicación por satélite a los gobiernos, la economía y la sociedad civil, a diferencia de varios socios y competidores globales de la UE están invirtiendo en tales capacidades. En particular, existen proyectos en curso con grandes inversiones estadounidenses, rusas y chinas para dar mayor seguridad a las conexiones entre satélites de orbitas media y baja (MEO/LEO) y el segmento terrestre, una zona tecnológica considerada actualmente como “critica” en vistas al despliegue de costelaciones y nuevos servicios de conectividad satelital a nivel global.

En vistas a esta perspectiva considerada como problemática por parte de la UE, el 15 de febrero de 2022, la Comisión Europea presentó una propuesta para mejorar los servicios de comunicación de la UE mediante el desarrollo y la explotación de una infraestructura de conectividad multiorbital (con segmentos espaciales y terrestres), basada en un modelo de asociación público-privada.

Según el documento de trabajo presentado por la Comisión en febrero de 2022, la implementación del programa se realizará a través de un contrato de concesión a partir de una asociación público-privada. La Comisión será el administrador del programa para el establecimiento y la supervisión de la concesión. La Agencia de la Unión Europea para el Programa Espacial (EUSPA) tendrá encomendada la prestación de los servicios gubernamentales servicios, mientras que la agencia espacial europea (ESA) se encargará de la supervisión de las actividades de desarrollo y validación de la tecnología.

Tras la aprobación del parlamento, con 603 votos a favor, seis en contra y 39 abstenciones, el texto debe ahora ser adoptado formalmente por el Consejo antes de su firma y publicación en el diario oficial del organismo.