Por Eliana Fernández Massi.
Latam Space conversó con el gerente del Área Espacial de INVAP, Gabriel Absi, sobre la actualidad de la empresa, sus principales desafíos y distintos temas del sector satelital.
Principal contratista de la agencia espacial argentina (CONAE) y del operador de satélites de telecomunicaciones ARSAT, la empresa INVAP S.E. es considerada como una de las principales empresas del sector espacial argentino. Localizada desde sus inicios en la ciudad de San Carlos de Bariloche, la empresa nace en 1976 en el marco del Plan Nuclear Nacional, a partir del desarrollo de conocimientos y tecnologías para la construcción de un complejo nuclear en el país.
A lo largo de una extensa trayectoria tecnológica, la empresa ha logrado diversificarse hasta lograr en la actualidad contar una amplia oferta tecnológica: reactores nucleares de experimentación, componentes para centrales nucleares, satélites de observación terrestre y de telecomunicaciones, componentes para satélites, equipos de medicina nuclear, plantas de liofilización, sistemas de control a distancia, redes de captura de datos, entre otros productos.
En diálogo con Latam Space, Gabriel Absi comentó sobre los proyectos en curso de la empresa, tanto a nivel nacional como internacional y sobre la inserción de INVAP en el mercado global. Las nuevas tecnologías de satélites de telecomunicaciones y los desafíos del New Space fueron algunos de los temas abordados en la entrevista.
Latam Space (LS): ¿En qué proyectos se encuentran trabajando actualmente en el área espacial en INVAP?
Gabriel Absi (GA): Nosotros en el país principalmente tenemos dos clientes, uno es CONAE que es la Agencia Espacial Argentina y el otro es ARSAT.
Para CONAE en estos momentos estamos trabajando en el satélite SABIA-MAR, que nació de un acuerdo entre la Agencia Espacial Argentina (CONAE) y la Agencia Espacial Brasilera. Se trata de un satélite para la observación de los océanos, las costas y las fuentes internas de agua, con fuerte impacto en los temas productivos del océano, pero también en el tema de cambio climático y ambiental, a partir de la información que genere.
Estamos trabajando en el satélite SAOCOM-2, que es la continuidad de los satélites radar SAOCOM-1 A y B. Básicamente en términos de performance va a ser lo mismo, pero el nuevo proyecto contiene cambios y actualizaciones de la tecnología, entre ellos algunos cambios a partir del aprendizaje y la experiencia acumulada con los satélites SAOCOM anteriores.
A la vez, estamos trabajando en el desarrollo del segmento terreno del lanzador Tronador, en particular, en el diseño de los bancos de ensayo de los motores del lanzador. Es un proyecto que se está realizando en el Centro Espacial de Punta Indio en Pipinas, en Buenos Aires, sumado a algún trabajo de ingeniería en la base de Belgrano.
También estamos trabajando para CONAE en ayudarlos a definir la próxima misión SARE, los satélites de arquitectura segmentada. Tenemos un contrato para trabajar en algunas líneas de trabajo para ayudarlos a definir la misión en sí.
Eso por el lado de CONAE.
Por el lado de ARSAT, estamos trabajando bajo contrato en el diseño y la construcción del satélite ARSAT-SG1, que es el próximo satélite y el tercer satélite de comunicación en la flota ARSAT. A la vez, estamos empezando a trabajar con ellos en la definición del ARSAT-SG2, que va a ser el reemplazo del ARSAT-1 y tendrá otras funcionalidades adicionales.
Eso en el ámbito nacional.
En el ámbito internacional, estamos trabajando para la empresa GSATCOM[1], en el desarrollo de una familia de satélites denominada SMALL GEO, cuya tecnología estamos implementando también en el ARSAT-SG1.
LS: Respecto a la plataforma SMALL GEO, ¿es la plataforma que van a usar tanto para el SG1 como para el SG2? ¿Y qué parte del satélite abarca’? ¿el BUS y el sistema de comunicaciones?
GA: Sí, es todo lo que es la plataforma de servicio, que es el BUS con su sistema de aviónica. Y también el payload, que es la carga útil de satélite, también esa tecnología la estamos desarrollando en el marco de GSATCOM.
LS: ¿hay alguna diferencia entre las dos versiones, el ARSAT SG-1 y el SG-2, en cuanto al payload?
GA: Sí, bastante. Hay bastante diferencia porque el sistema del SG-1 es un sistema HTS en banda Ka, mientras que el SG-2, si bien todavía no está del todo definido porque lo estamos trabajando, va a ser un sistema que, posiblemente, combine un HTS en banda Ka, un HTS en banda Ku y una parte que sea flexible, con un canalizador. Sería un sistema bastante distinto a lo que es el SG-1.
LS: Y esto de que sea flexible, ¿en qué consiste? ¿Sigue siendo un HTS o es una tecnología alternativa?
GA: Flexible lo que significa es que te permite reorientar los haces donde tenés cobertura y también definir el ancho de banda, o sea, la velocidad que en cada haz vas a transmitir, de una forma programable, por eso es flexible. No está fijo en tierra, sino que te permite una cierta flexibilidad en vuelo para cambiar algunos haces de ubicación y definir también los throughput, las velocidades, los anchos de banda de la comunicación entre unas y otras.
LS: En comparación ¿hay diferencias en cuanto al porcentaje de componentes importados versus a lo que puede realizarse acá o con proveedores locales?
GA: Todo lo que es la plataforma de servicio va a incorporar componentes nacionales que es lo que estamos desarrollando. En lo que es el módulo del payload, todo lo que es el diseño y ensayos son de diseño nacional, que antes no era nacional. Justamente es la incorporación que hemos hecho ahora en el marco del desarrollo, todo lo que es el diseño y ensayos. Obviamente los componentes no se fabrican acá, los tenemos que comprar e integrar con los subsistemas que sí están en el país.
Si bien en INVAP estamos desarrollando lo que es el payload flexible, el ARSAT-SG1 no tiene como requerimiento un payload flexible, pero se está analizando la posibilidad de volarlo probablemente como una carga tecnológica; pero no como payload principal, en caso de que se requiera en el ARSAT-SG2. Esto se debe a que volar la primera vez la carga útil, que es muy compleja, en un satélite es muy riesgoso. Entonces la idea sería volarlo como tecnológico para probarlo, pero tener una carga principal que es la que les da el servicio. Y en el futuro, una vez demostrada su buena performance en vuelo sí iría como carga principal el payload que estamos diseñando nacional.
LS: ¿Y ambos sistemas, el HTS del SG-1 y el flexible del SG-2 permiten altos niveles de capacidad?… ¿o hay un trade off entre flexibilidad y capacidad?
GA: Sí, ambos van a tener altos niveles de capacidad. Y no hay trade-off, la capacidad podría ser igual o superior en el flexible. Lo que te da es la posibilidad ésta de la flexibilidad.
LS: Esta cuestión de la flexibilidad ¿está asociada a proyecciones de mercado de ARSAT? ¿O a la idea de que quizás con un satélite más flexible, pueden atender mercados más chicos?
GA: Sí, el tema de la flexibilidad está asociado a eso. Para atender mercados que todavía no están desarrollados, de manera que, en la medida en que se van desarrollando, el sistema permita ir poniendo más capacidad sobre ese mercado. Esa es la ventaja que tiene. Con sistemas que no sean flexibles quizás pondrías mucha capacidad en un mercado que no está desarrollado, y donde si se desarrolla, tenés suerte y si no, no. Entonces lo que te permite es eso, ir moviendo capacidad en la medida que desarrollaste el mercado.
LS: ¿Y esto te parece que está asociado a tendencias dentro del mercado de las comunicaciones satelitales a nivel mundial? Especialmente considerando las nuevas constelaciones, los satélites que se están lanzando de muy alto rendimiento… ¿consideran que existen sobrecapacidad a nivel internacional en lo que es comunicaciones?
GA: Tiene que ver con que ARSAT quiere abordar un mercado donde hoy todavía no está instalada, ni tiene ventas hechas. Entonces en la medida que vaya desarrollando ese mercado en Latinoamérica, la idea es empezar a poner capacidad ahí.
LS: Respecto al SAOCOM 2, ¿nos puedes contar un poco qué tecnologías van a ser distintas?
GA: Por empezar, todo lo que es aviónica es toda una aviónica moderna, no es la aviónica que tiene los SAOCOM 1. Y respecto a lo que es el payload radar, también lo que vamos a usar en la electrónica central, que procesa el radar, es una nueva tecnología que también es una tecnología flexible y definida por software. No es una tecnología que está fija, sino que te permite hacer ciertos cambios programables en vuelo que la electrónica actual no te permite hacer. Así que las dos innovaciones tecnológicas van por ese lado: cambiar toda la aviónica a una aviónica más moderna y en el payload usar una electrónica flexible.
LS: ¿Y las dimensiones del satélite, no sé si eso está definido, pero cambian en algo?
GA: No, va a ser lo mismo. Porque eso está fuertemente determinado por la antena y la antena a su vez por la banda L, así que ahí no hay mucho que hacer. Podría pesar un poco menos, porque la tecnología por ahí es más liviana, pero en términos de tamaño es lo mismo.
LS: Sobre el SARE: ¿En qué estadio de diseño están? ¿la perspectiva sería que sean cargas útiles no solo ópticas, sino también radar?
GA: El proyecto se encuentra en una etapa anterior a la de diseño, es una etapa más conceptual. Hoy la CONAE todavía no definió el programa del SARE, pero sí la idea es que sean cargas útiles ópticas, cargas útiles radar entre otras posibilidades. Después, ¿qué tipo de radar serían? Todavía no está definido si será en banda L, en banda X o en otras bandas. Todo eso es parte de un trabajo en curso, en el que le estamos dando las herramientas a CONAE para que decidan cómo es ese programa de satélites, cual iría primero, cual iría segundo, a partir también de los requerimientos que ellos tengan de los usuarios y las necesidades que tenga el país.
Asimismo, la idea detrás del proyecto es utilizar tecnología del tipo New Space, no tan cara. Que los satélites sean bastante más baratos es producto de que se utilicen componentes más baratos y procesos de ingeniería, producción y ensayos menos costosos en términos de horas hombres, los cuales son necesarios aplicar para garantizar productos de muy alta confiabilidad que tienen que funcionar entre 5 y 10 años. En los satélites del tipo New Space, la vida útil del satélite es típicamente de dos años o tres años. Esta sería filosofía detrás de este tipo de proyecto, además de tener comunicaciones inter-satélite, que los mismos vuelen en formación y demás cuestiones innovadoras en el tema espacial.
LS: Y para INVAP, ese escenario del New Space ¿está afectando en algo la estrategia de la empresa para salir a mercados internacionales?
GA: Según la estrategia que tenemos definida en INVAP, nosotros no jugamos en la liga de los satélites Cubesat, nosotros estamos de satélites de 100, 150 kilos para arriba. Ahí la división es entre lo que nosotros llamamos satélites hi-Rel, que es de alta confiabilidad, y las tecnologías New Space. La tecnología New Space se utilizó y utiliza fuertemente en los satélites del tipo Cubesat, sabíamos que esa tecnología en algún momento iba a empezar a ser usada en los satélites de 100, 150 kilos, y ese momento llegó hace aproximadamente un año y medio. Es por eso que actualmente estamos incorporando esa tecnología para salir a abordar el mercado a nivel internacional. La idea es incursionar en el New Space con satélites de 100, 150 kilos. Lo esperamos a que madurara y ahora lo estamos incorporando, no solo a través de este programa SARE, que llevaremos adelante con la CONAE, sino también en otros proyectos New Space en los que venimos trabajando.
[1] GSATCOM es una joint venture conformada entre INVAP y la compañía Turkish Aerospace Industries (TAI).
*Eliana Fernandez Massi es ingeniera industrial, becaria doctoral de CONICET y doctoranda en Desarrollo Económico en la Universidad Nacional de Quilmes.