Este miércoles 23 de agosto India se convirtió en el cuarto país, junto con Estados Unidos, Rusia y China en lograr un aterrizaje lunar exitoso. En el marco de una renovada carrera espacial por llegar a la luna, el aterrizaje del lander Chandrayaan 3 se realizó en la latitud más alta alcanzada por cualquier nave espacial para aterrizar sobre la superficie lunar. El éxito se produce tras un intento fallido en 2019 con el módulo de aterrizaje de la misión Chandrayaan-2 y apenas días después de que la nave espacial rusa Luna 25 sufriera un problema durante una maniobra orbital y se estrellara contra la Luna.

El módulo de aterrizaje logró alunizar en las coordenadas de 69,37 grados de latitud sur y 32,35 grados de longitud este, cerca del cráter Manzinus U. El descenso contó con el soporte en tierra de la estación de seguimiento del espacio profundo ESTRACK de la agencia espacial europea (ESA) en Australia.

Se trata del tercer intento del país por aterrizar en la superficie lunar, luego de que la misión anterior, Chandrayaan-2 lanzada en 2019, terminara al estrellarse el módulo de aterrizaje cerca de la zona de alunizaje prevista. Tanto la misión como el lanzamiento están gestionados por la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO).

Chandrayaan 3 comprende un módulo de aterrizaje, un módulo de propulsión y un rover con el objetivo de desarrollar y demostrar nuevas tecnologías necesarias para las misiones interplanetarias. Será llevado a la órbita lunar de 100 km por el módulo de propulsión que permanecerá en órbita alrededor de la Luna y actuará como satélite de retransmisión de comunicaciones. Luego, el módulo de aterrizaje aterrizará con el rover en la región polar sur de la Luna.

Entre las cargas útiles del módulo de aterrizaje se encuentra un instrumento llamado experimento termofísico de superficie de Chandra (ChaSTE) para medir las propiedades térmicas de la superficie, un instrumento para la actividad sísmica lunar (ILSA) para medir la sismicidad alrededor del lugar de aterrizaje, una sonda de Langmuir para estimar la densidad del plasma y sus variaciones y a Radioanatomía de la ionosfera y la atmósfera hipersensibles de la luna (RAMBHA) para estudiar el entorno de gas y plasma, y una matriz de retrorreflectores láser pasivos de la NASA para estudios de alcance lunar. También lleva una serie de sensores para garantizar un aterrizaje seguro, incluido un acelerómetro, altímetros (banda Ka y láser), velocímetro Doppler, sensores de estrellas, inclinómetro, sensor de aterrizaje y un conjunto de cámaras.

Por su parte, el rover cuenta con un espectrómetro de rayos X de partículas alfa (APXS) y espectroscopio de descomposición inducida por láser (LIBS) para derivar la composición elemental en las cercanías del lugar de aterrizaje.