Por Daniel Miliá
IonQ comunicó recientemente los resultados del tercer trimestre y de los nueve meses finalizados el 30 de septiembre de 2023. En el tercer trimestre, la empresa registró una facturación de USD 6,14 millones, lo que implica uba suba del 122,4% en términos interanuales. Sin embargo, debido a nuevas inversiones en I+D, la pérdida neta trepó a USD 44,8 millones frente a los USD 23,9 millones del año previo.
En el consolidado de los nueve meses del año, la facturación fue de USD 15,9 millones, poco más del doble de lo informado en igual periodo de 2022. Sin embargo, vuelven a repetirse los guarismos de este trimestre: pese al aumento significativo de ventas, la pérdida acumulada alcanzó los USD 115,8 millones, casi cuatro veces más que los USD 29,8 millones reportados hace un año.
La razón de este desplome y su consecuente afectación en el flujo de caja tiene su mayor justificación en la asociación que la firma acordó con la empresa de consultoría tecnológica y de gestión BearingPoint para ofrecer servicios profesionales y de acceso al sistema cuántico de IonQ en Europa.
Si bien esta unidad de negocios requiere de un flujo significativo de fondeo, los primeros pasos en la formación de equipos parecen ya haberse dado: la firma colocó a Margaret Arakawa como directora de Marketing y a Kurt Kennett como vicepresidente de software. Mientras que la primera trae su experiencia de 20 años en Microsoft en donde hizo crecer ecosistemas empresariales de extremo a extremo y fue responsable directa de Windows y Surface, el segundo trabajó en la misma compañía que su ahora colega durante 30 años al mando de la red de software, firmware e integración de sistemas.
Este equipo de hecho ya tuvo su primer hito alcanzando un alto rendimiento en la próxima generación de Qubits de Bario, lo que marca un hito clave en el camino de la empresa hacia el desarrollo de sistemas capaces de obtener ventajas cuánticas comerciales. Además, la naturaleza inherente de los qubits de bario hará que los futuros sistemas cuánticos sean más escalables y fiables.
Las primeras ventas no tardaron en llegar y probablemente impacten en el informe del último trimestre de 2023. Durante octubre, la empresa ampliaba su acuerdo con el Laboratorio de Investigación de las Fuerzas Aéreas estadounidenses (AFRL) para desplegar dos sistemas de computación cuántica basados en bario en las instalaciones de Roma y Nueva York. Paralelamente, IonQ anunció este mes que entregaría dos futuros sistemas (IonQ Forte Enterprise con #AQ 35 y IonQ Tempo con #AQ 64) a QuantumBasel, con sede en Suiza, como parte de un esfuerzo conjunto para establecer un centro europeo de datos cuánticos.
Las proyecciones indican que el ejercicio 2023 cerrará con una facturación de USD 21,7 millones, un 94,9% superior a las del periodo 2022. Su margen bruto trepará hasta los USD 15,5 millones, cifra que luce insuficiente para el aumento evidenciado en los gastos por ventas a clientes y los destinados a I+D. De esta manera la firma se encamina hacia su cuarto año con EBITDA negativo y sin una clara tendencia a la desaceleración. Este año el rojo trepó 67,8% hasta llegar a USD 81,7 millones.
Por ahora, la firma no parece recurrir al mercado de deuda local o internacional para financiar sus operaciones, pero la pregunta de fondo es hasta cuándo los accionistas van a tolerar la pérdida constante en el flujo neto de caja.
Proyección histórica de ingresos – actual y estimado (en mm usd)
Autor: Daniel Miliá. Magister en Gestión Económica y Financiera de Riesgos Especialista en Mercado de Capitales. Lic. En Economía. Autor de libros y artículos de finanzas y mercado de capitales. Conferencista nacional e internacional.