La agencia espacial europea (ESA) sigue investigando la anomalía que causó el fallo parcial en el despliegue de la última carga útil en el Ariane 6 durante su vuelo inaugural el 9 de julio de 2024.
La Agencia Espacial Europea (ESA) y sus socios lanzaron con éxito el cohete Ariane 6 el 9 de julio de 2024, completando su misión de liberar varios satélites en una órbita circular terrestre y restaurando el acceso independiente de Europa al espacio.
El lanzamiento inaugural fue nominal desde el despegue hasta la separación de las cargas útiles de microsatélites en órbita, pero durante la fase de inercia posterior, la unidad de potencia auxiliar (APU) falló mientras disparaba, lo que impidió que se produjera la combustión de desorbitación y dejó varadas en órbita dos cápsulas de reentrada que formaban parte de la misión.
Recientemente la ESA informó que todavía está investigando la interrupción de la Unidad de Propulsión Auxiliar (APU) después de que se reiniciara por segunda vez en la etapa final de despliegue de los satélites a bordo del lanzador. Esto impidió que se llevara a cabo el tercer impulso del motor Vinci, lo que habría puesto la etapa superior en una órbita de reentrada para quemarse de manera segura a través de la atmósfera terrestre. No obstante, el software a bordo activó la «pasivación» de la etapa superior, eliminando cualquier energía a bordo para evitar posibles explosiones. Por lo pronto, la próxima actualización del grupo de trabajo del Ariane 6 se realizará en septiembre.
Según la agencia, a pesar de la anomalía de la APU, el comportamiento del cohete durante su vuelo inaugural ha dado a los equipos una gran confianza en la validez y las predicciones del manual del usuario del Ariane 6, en términos del entorno dinámico creado para las cargas útiles a bordo. Además, todas las separaciones de satélites se ejecutaron con precisión y la plataforma de lanzamiento permaneció en buenas condiciones después del despegue, resistiendo el alto nivel de cargas térmicas y mecánicas asociadas con la operación del propulsor sólido. Sobre esta base, los equipos han comenzado los preparativos para su segundo vuelo, programado para finales de año, con Arianespace como su operador y proveedor de servicios de lanzamiento.