El primer lanzador Terran 1 de la startup estadounidense Relativity Space despegó con éxito de la plataforma de lanzamiento en Florida este jueves 22 de marzo, pero no pudo alcanzar la órbita debido a un mal funcionamiento de la etapa superior. El objetivo del lanzamiento, que no llevaba ninguna carga útil satelital a bordo, era demostrar el funcionamiento de sus motores y estructuras fabricados íntegramente con tecnología de impresión 3D. A pesar de no poder alcanzar la órbita, la compañía estaba satisfecha con el desempeño de las primeras fases del vuelo, alegando que cumplió con el principal objetivo de demostración tecnológica de la empresa.
Fundada en 2015, Relativity Space es una startup estadounidense con sede en California. La empresa desarrolla tecnologías de fabricación, vehículos de lanzamiento y motores de lanzadores para servicios comerciales de lanzamiento orbital, en base a tecnologías de impresión 3D. Este fue el tercer intento por hacer volar su lanzador Terran 1, luego de dos intentos abortados recientemente. A pesar de no poder alcanzar la órbita, la compañía se mostró satisfecha con el desempeño de las primeras fases del vuelo.
El lanzador Terran 1 puede colocar hasta 1250 kilogramos en órbita, y esta desarrollado para demostrar la tecnologia que incorporará otro lanzador más grande denominado Terran R, con una capacidad de carga útil de unos 20.000 kilogramos, completamente reutilizable que Relativity Space está desarrollando para un primer lanzamiento en 2024.
El lanzador Terran 1 despegó a las 23:25 horas Este desde el Complejo de lanzamiento 16 en la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral en Florida en un vuelo de prueba denominado «Buena suerte, diviértete» por la compañía. La primera etapa del cohete, propulsada por nueve motores alimentados con metano Aeon 1, pareció funcionar según lo planeado, pasando por la región de máxima presión dinámica conocida como «Max-Q» 80 segundos después del despegue. Según la compañía, pasar por Max-Q fue un objetivo importante para este lanzamiento para demostrar la integridad de la estructura impresa en 3D del cohete.
La separación de etapas tuvo lugar minutos después del despegue, y se encendió el único motor de etapa superior del cohete. Sin embargo, poco después la telemetría en la transmisión web del lanzamiento de la compañía indicó que el vehículo estaba disminuyendo la velocidad. El control de la misión declaró una anomalía en la etapa superior cinco minutos después del despegue, pero no reveló de inmediato detalles adicionales sobre la falla.
Antes del lanzamiento, la compañía enfatizó que simplemente superar Max-Q sería un hito importante. “Esencialmente, esto demostrará la viabilidad del uso de tecnología de fabricación aditiva para producir productos que vuelen”, escribió Tim Ellis, director ejecutivo y cofundador de Relativity, en una serie de tuits antes del primer intento de lanzamiento.
“Aunque no alcanzamos la órbita, superamos significativamente nuestros objetivos clave para este primer lanzamiento, y ese objetivo era recopilar datos en Max-Q, una de las fases de vuelo más exigentes, y lograr la separación de etapas”, dijo la gerente del programa técnico para prueba y lanzamiento de Relativity Space, durante la transmisión por Internet. “Los datos de vuelo de hoy serán invaluables para nuestro equipo mientras buscamos mejorar aún más nuestros cohetes, incluido Terran R”.