El pasado 6 de agosto, China lanzó un cohete Larga Marcha 6A que transporta los primeros 18 satélites de su megaconstelación Thousand Sails, diseñada para ofrecer una capacidad de Internet similar a Starlink en LEO. Sin embargo, el lanzamiento creó más de 300 fragmentos rastreables de desechos espaciales que podrían amenazar a los satélites en órbita baja. Así lo anunció el Comando Espacial de Estados Unidos el jueves, y empresas de rastreo de desecho espacial como LeoLabs y Slingshot Aerospace publicaron recientemente imágenes de la estela de escombros orbitando en la trayectoria que dejó el lanzador en órbita baja.
La constelación G60, también llamada “Thousand Sails” o “Mil Velas” tiene como objetivo proporcionar acceso global a Internet. Es uno de los dos sistemas chinos planificados para desafiar los proyectos estadounidenses, incluido Starlink. Los18 satélites cuentan con cargas útiles de banda Ku, Q y V. Serán operados por Shanghai Spacecom Satellite Technology (SSST) con financiación respaldada por el gobierno local de Shanghai. Hasta ahora, tanto CASC como SSST no han dado precisiones sobre el estado de los satélites y si peligra o no su puesta en operación.
La constelación inicial constará de 1.296 satélites en 2027, con planes a largo plazo de ampliarla a 12.000 satélites. G60 es la segunda megaconstelación de comunicaciones en órbita terrestre baja de China, tras el establecimiento del Grupo de Red Satelital de China en 2021 para gestionar el proyecto nacional Guowang (SatNet) de 13,000 satélites.