Representantes de las empresas Reorbit y Astranis destacaron la demanda de satélites pequeños (de menos de 500 Kg) para conectividad en áreas rurales en la región, en particular satélites dedicados con cargas útiles flexibles que permiten que los proveedores de servicios puedan adaptar su capacidad a cambios en la demanda.
Astranis es un fabricante estadounidense de satélites de comunicaciones geoestacionarios pequeños de bajo costo en bandas Ka y Ku. Por su parte, Reorbit es una startup finlandesa que, desde junio del año pasado, ha desembarcado en Bariloche, Argentina, a partir de la firma de un acuerdo con VENG para fabricar y exportar satélites desde su sede en la provincia de Córdoba. Ambas empresas ofrecen el servicio de desplegar satélites geoestacionarios pequeños de comunicaciones para operadores y proveedores de servicio que busquen contar con capacidad de conectividad de manera flexible, y sin tener que encargarse de fabricar, lanzar y/o operar el satélite.
Ambas compañías destacaron el potencial del mercado latinoamericano, en particular para soluciones de conectividad en áreas rurales, donde, en comparación con el despliegue de fibra óptica, el servicio de internet satelital es menos costoso y es ideal para áreas remotas y de difícil acceso. Este es el caso de la empresa argentina Orbith, que recientemente declaró al medio Convergencia que encargó a Astranis la construcción de su primer satélite, el cual estiman estará en funcionamiento para principios de 2025.
