El 18 de junio, TSAT protagonizó un alza del 11,82 % en bolsa, mientras los analistas auguran un potencial alcista del 50 % y los modelos de valoración discrepan marcadamente.
El pasado 18 de junio de 2025, las acciones de Telesat Corp (NASDAQ: TSAT; TSX: TSAT) se dispararon un 11,82 % durante la sesión de mediodía, alcanzando un máximo intradía de USD 21,31 antes de cerrar en USD 21,00, frente al cierre previo de USD 18,78. Este repunte sitúa el precio actual 17,26 % por debajo de su máximo en 52 semanas de USD 25,38, y 191,26 % por encima del mínimo anual de USD 7,21, con un volumen de operaciones de 170 478 acciones, equivalente al 252,2 % del promedio diario de 67 591 títulos.
Desde la perspectiva de Wall Street, dos firmas de corretaje fijan un precio objetivo promedio de USD 31,52 para TSAT, con un rango que va desde USD 19,01 hasta USD 44,03, lo que implicaría un potencial alcista del 50,09 % desde los niveles actuales. El consenso de recomendación es 2,5 sobre 5 (donde 1 = “compra fuerte” y 5 = “venta”), categorizando la acción como “Outperform”.
Por contraste, el GF Value estimado por GuruFocus —que calcula el “precio justo” con base en múltiplos históricos, crecimiento pasado y proyecciones futuras— se sitúa en USD 4,92 para dentro de un año, lo que sugeriría un posible descenso del 76,57 % desde el precio actual. Esta marcada discrepancia refleja las diferentes metodologías y supuestos subyacentes en la valoración de la compañía.
Telesat Corp, uno de los principales operadores satelitales del mundo, ofrece servicios de conectividad mediante satélites geoestacionarios y su red de órbita terrestre baja Lightspeed, diseñada para proveer enlaces de alta capacidad, baja latencia y resistencia frente a interrupciones. Lightspeed está orientada a clientes de telecomunicaciones, gobiernos, industrias marítimas y aeronaúticas, y busca competir con otras constelaciones LEO al ofrecer velocidades similares a la fibra óptica y cobertura global.
En un comunicado, GuruFocus aclara que su análisis “no constituye una recomendación de compra o venta”, sino que se basa en “datos históricos y proyecciones de analistas, utilizando una metodología imparcial, y no pretende servir como guía específica de inversión”. Además, advierte que su modelo puede no incorporar información cualitativa reciente relevante para la empresa.
