La compañía de lanzamientos Rocket Lab lanzó un satélite radar de apertura sintética (SAR) para la compañía japonesa Synspective, para quien ya lanzó seis satélites de observación terrestre. El lanzamiento se produjo a bordo de su cohete Electron desde la península de Māhia en Nueva Zelanda.
El satélite se denomina StriX 5 y formará parte de una constelación existente en una órbita sincrónica con el Sol que utiliza un radar de apertura sintética (SAR) para transmitir pulsos de microondas hacia la superficie de la Tierra e interpretar las señales reflejadas para crear una imagen del área objetivo. Esta serie de satélites tiene una resolución terrestre de entre uno y tres metros y un ancho de muestra de entre 10 y 30 kilómetros. Son operados por Synspective, una empresa japonesa fundada en 2018 que desarrolla y opera pequeños satélites de observación terrestre de tecnología SAR.
Este es el quinto satélite StriX lanzado por Rocket Lab para Synspective, y el primero de dos lanzamientos planificados con la compañía.
El cohete Electron llevó el satélite de la constelación StriX a una órbita terrestre baja de inclinación media, y la etapa de lanzamiento realizó una maniobra durante la fase de mitad de misión para proteger al satélite de la radiación solar. Los satélites StriX utilizan un radar de apertura sintética para observar la superficie de la Tierra incluso a través de las nubes y en condiciones diurnas y nocturnas, y estos satélites están diseñados para detectar cambios a nivel milimétrico en la superficie de la Tierra.
Aunque algunos vuelos de Electron han probado la capacidad de recuperación de la primera etapa, en esta misión no se realizó ningún intento de recuperación de este vehículo y durante la separación de las etapas, se observó cierto movimiento de la tobera.
El lanzador Electron es un cohete mediano de 3 etapas, altura de 18 metros y capacidad de carga a LEO de 320 kg. En un vuelo en septiembre de 2023, se produjo un arco eléctrico dentro del sistema de suministro de energía en la segunda etapa, causando la perdida de potencia del vehículo y el apagado del motor poco después de la separación de la primera etapa. Sin embargo, a fines de año la empresa logró retomar los lanzamientos comerciales de Electron.