El día de ayer a las 09:15 hora de Moscú, se lanzó el lanzador Soyuz-2.1a desde las instalaciones de Baikonur, Rusia, con una nave espacial de carga rumbo a la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) en una nueva misión de reabastecimiento. La nave pasará dos días realizando maniobras hasta que se acople a la ISS el once de febrero. Un video del lanzamiento, que marca el hito de 100 lanzamientos consecutivos exitosos desde 2018, puede verse aquí.
A bordo de la nave espacial Progress MS-22 hay casi 2.500 kg de carga: 709 kg de combustible, 420 litros de agua, 40 kg de nitrógeno presurizado y más de 1.300 kg de materiales para la tripulación de la “Expedición 68” que actualmente se encuentra a bordo de la ISS. Esto incluye materiales personales como ropa, comida, y equipos que se encuentran dentro de la sección presurizada del vehículo.
El Progress es uno de los tres buques robóticos de reabastecimiento de la ISS actualmente en funcionamiento, junto con la cápsula Dragon de SpaceX y Cygnus, que está construido por la empresa Northrop Grumman.
Aunque la agencia espacial rusa Roscosmos designa oficialmente a la misión como MS-22, la NASA se refiere a la misión como Progress-83P. Esto se debe a que este es el vuelo 22 de la variante MS del vehículo Progress, pero también el 83 de entrega de carga a la ISS.
La nave remplaza al Progress MS-20, lanzado en junio 2022 y que fue desacoplado de la ISS el martes 7 de febrero, cayendo luego sobre el Océano Pacífico entre Chile y Wllington, según informa Roscosmos. Mientras tanto, el vehículo Progress MS-21 se encuentra actualmente en la estación después de su lanzamiento en octubre de 2022.
Roscosmos había discutido retrasar la misión Progress MS-22 después de que la nave espacial Soyuz MS-22, hoy aún acoplada a la estación espacial, encontrara una fuga de refrigerante luego de una lluvia de micrometeoritos en diciembre del año pasado. Se consideró que la nave espacial no era segura para devolver a los miembros de la tripulación a la Tierra, por lo que la próxima cápsula Soyuz se lanzará en modo autónomo y se utilizará para un viaje de regreso en lugar de su contraparte dañada. Por ahora, la agencia optó por avanzar con esta misión de reabastecimiento y lanzar más adelante el Soyuz sin tripulación para llevar a esa tripulación devuelta a la Tierra.