En el mundo de las telecomunicaciones espaciales, la empresa española Sateliot ha emergido como un actor clave gracias a su enfoque pionero en conectividad IoT desde el espacio y su avanzada tecnología para la gestión de trayectorias de satélites. En un entorno cada vez más congestionado y competitivo, Sateliot está ayudando a resolver uno de los mayores desafíos para la industria satelital: la prevención de colisiones orbitales.

El número de satélites en órbita terrestre baja (LEO, por sus siglas en inglés) ha crecido exponencialmente en los últimos años. Constelaciones masivas como Starlink de SpaceX y OneWeb han agregado miles de satélites, lo que ha incrementado significativamente el riesgo de colisiones. Los desechos espaciales y los movimientos no controlados de satélites fuera de servicio representan un peligro constante para las misiones activas. En este contexto, surge la necesidad de un sistema de control y monitoreo efectivo para evitar colisiones, proteger inversiones y garantizar la seguridad operativa.

Sateliot, conocida principalmente por su ambición de construir la primera constelación satelital 5G IoT, ha desarrollado una tecnología de gestión de tráfico espacial que integra inteligencia artificial (IA) y algoritmos predictivos avanzados. El sistema de control de trayectorias de Sateliot permite una gestión precisa y en tiempo real de la posición de cada satélite, tomando decisiones automatizadas para ajustar sus órbitas y evitar potenciales colisiones.

El corazón de esta tecnología es su capacidad de manejar grandes volúmenes de datos orbitales, analizando la trayectoria de los satélites y los objetos cercanos, y anticipando posibles puntos de conflicto. Esta previsión permite a Sateliot optimizar las maniobras de evasión, minimizando el consumo de combustible y extendiendo así la vida útil de los satélites.

El sistema de Sateliot utiliza modelos de predicción orbital que combinan datos de múltiples fuentes, incluyendo el Comando Espacial de Estados Unidos (USSPACECOM) y redes de sensores terrestres independientes. Mediante la integración de inteligencia artificial, el sistema puede procesar estas enormes cantidades de datos, identificar patrones y predecir posibles encuentros con otros satélites o desechos espaciales con una precisión sin precedentes.

La tecnología de control autónomo de Sateliot permite que sus satélites se comuniquen entre sí, intercambiando información sobre su posición y trayectoria, lo que facilita ajustes coordinados en la constelación. Esta comunicación intersatélite es una innovación clave para reducir el riesgo de colisiones y maximizar la eficiencia de la red.

La solución de Sateliot no solo se limita a sus propios satélites, sino que también puede integrarse con otras constelaciones, ofreciendo sus capacidades como un servicio para terceros. Sateliot ha establecido acuerdos de colaboración con agencias espaciales y operadores internacionales para compartir datos y mejorar la seguridad del espacio.

Además, Sateliot ha trabajado estrechamente con organismos reguladores, como la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Exterior (UNOOSA), para promover la creación de estándares internacionales de gestión del tráfico espacial. Estas iniciativas buscan reducir el riesgo de accidentes y fomentar una utilización sostenible del espacio.