Un motor de cohete sólido para el lanzador europeo Vega C falló durante una prueba de fuego estático el pasado 28 de junio. El lanzador no ha vuelto a despegar desde que una falla en el motor provocara el fracaso de su última misión en diciembre del año pasado. Se espera que esto retrase el regreso del vehículo al vuelo hasta 2024, en un escenario de fuerte deterioramiento de las capacidades europeas de acceso al espacio.
En un comunicado del 29 de junio, el contratista principal de Vega, la empresa italiana Avio declaró que un motor Zefiro 40 usado en la segunda etapa del lanzador experimentó una anomalía durante una prueba de fuego estático. La prueba tenía como objetivo demostrar el rendimiento del nuevo material de carbono-carbono en la garganta de la boquilla del motor. Avio reemplazó ese material después de que material similar de un proveedor ucraniano se erosionara, causando una pérdida de empuje durante el lanzamiento en diciembre de 2022 del Vega C.
Según Avio, el nuevo material de carbono-carbono funcionó como se esperaba. Sin embargo, una anomalía no especificada tuvo lugar 40 segundos después del disparo. Eso provocó una reducción de la presión en el motor antes de que terminara el disparo de 97 segundos. La compañía no reveló detalles adicionales sobre la naturaleza de la anomalía o la pérdida de rendimiento.
La anomalía comenzó a los 40 segundos después del disparo. El resultado es que la etapa construida por Avio deberá volver a examinarse y probarse nuevamente antes de que se puedan reanudar los vuelos de Vega C. Como consecuencia del retraso que afectará a todo el manifiesto de lanzamiento de Vega C, y la necesidad de realizar modificaciones en el carenado para acomodarlo, la Agencia Espacial Europea (ESA) ha decidido trasladar la misión EarthCARE del Vega-C a un Falcon 9 de SpaceX. Se espera que otras misiones de la ESA también cambien de proveedor de lanzamiento ante las dificultades que enfrenta el lanzador europeo.