La empresa de lanzamientos SpaceX lanzó este jueves dos satélites de observación del fabricante Maxar, tras varias demoras en los planes de lanzamiento y retrasos de fabricación. Originalmente programado para lanzarse desde Vandenberg el 17 de abril, un Falcon 9 estaba programado para transportar dos satélites con una masa total de 1.500 kilogramos en una órbita sincrónica con el Sol. Este primer intento de lanzamiento se pospuso el día anterior al lanzamiento y se reprogramó para el miércoles 24 de abril, antes de posponerse nuevamente sin que SpaceX especifique el motivo de los retrasos.

La constelación de satélites WorldView Legion es la constelación de satélites de observación de la Tierra de próxima generación de Maxar Technologies, diseñada y construida internamente en las instalaciones de la compañía en California. DigitalGlobe, que luego fue adquirida por Maxar, anunció por primera vez su selección de SpaceX como proveedor de lanzamiento en 2018, cuando inicialmente se anticipó que los satélites se lanzarían en dos bloques de seis. Los retrasos relacionados con el hardware, así como la complejidad de la tecnología, han provocado varios reveses. La constelación prevista constará ahora de seis satélites en total que se lanzarán en parejas y orbitarán en órbitas polares y de inclinación media.

Los satélites son los primeros en utilizar una nueva plataforma de autobús de la serie Maxar 500 con mayor estabilidad, agilidad y precisión de orientación. Cuando estén completamente desplegados, ocuparán una órbita de altitud de aproximadamente 500 kilómetros, proporcionando imágenes de alta resolución de 30 centímetros e imágenes multiespectrales de ocho bandas en 15 visitas diarias a las regiones más activas del mundo. Los satélites triplicarán la cobertura de la compañía en una resolución de 30 centímetros, capturando cinco millones de kilómetros cuadrados de imágenes cada día. Los satélites están diseñados con una vida útil de 10 años. A su vez, Maxar trabajó con el fabricante de instrumentos Raytheon para desarrollar un telescopio más pequeño que requiera menos energía.

Las aplicaciones incluirán el apoyo a misiones de seguridad nacional para monitorear y vigilar amenazas potenciales terrestres o verificar sanciones y tratados aplicados. Utilizando algoritmos de inteligencia artificial, los satélites también ofrecen diversas funciones de vigilancia marítima, como la vigilancia de desastres naturales, contaminación y vertidos de petróleo, hasta la detección de pesca ilegal, piratería, tráfico de drogas y trata de personas.