Este jueves SpaceX utilizó un Falcon Heavy para lanzar el avión espacial X-37B de la Fuerza Espacial de Estados Unidos (USSF) desde el Centro Espacial Kennedy en Florida. La misión clasificada para la USSF cuenta con «una amplia gama de objetivos de prueba y experimentación, que incluyen operar en nuevos regímenes orbitales, experimentar con tecnologías de conocimiento del dominio espacial e investigar los efectos de la radiación en los materiales de la NASA».
El X-37B, que se lanzó por primera vez en abril de 2010, lleva acumulado un total de 3.774 días en el espacio. Las misiones anteriores han experimentado con éxito con la tecnología del Laboratorio de Investigación Naval diseñada para aprovechar la energía solar y transmitir energía a tierra; también se han probado los efectos de la exposición espacial de larga duración a materiales orgánicos para la NASA. La nave fue diseñada y operada por cadetes de la Academia de la Fuerza Aérea de EEUU.
Con este lanzamiento el cohete superpesado de SpaceX tuvo su quinto vuelo en lo que va del año. El lanzador ha sido utilizado para otras misiones emblemáticas, como Psyche, que se lanzó en octubre de este año.
De manera similar a lanzamientos anteriores de SpaceX, los boosters laterales fueron recuperados exitosamente luego del lanzamiento tras aterrizar sobre plataformas de la empresa en la costa de Florida.