Por Daniel Miliá
La empresa viene de firmar hacia fin de 2022 un acuerdo de USD 100 millones de Lockheed Martin a cambio de notas convertibles y garantías emitidas por Terran Orbital. En relación con ello, en marzo de 2022, Terran Orbital y Lockheed Martin también firmaron un nuevo Acuerdo de Cooperación Estratégica (SCA). El nuevo SCA se extiende hasta 2035 y permite a la compañía buscar una variedad más amplia de oportunidades con Lockheed Martin.
La empresa tiene la intención de utilizar los fondos para adquirir espacio adicional de ensamblaje de satélites, aumentar la producción de módulos y satisfacer las necesidades de capital de trabajo al tiempo que amplía las capacidades de fabricación avanzadas. Las capacidades de fabricación avanzada de Terran, que originalmente se planearon para su expansión en la Costa Espacial de Florida, se han acelerado y ahora tendrán su sede en Irvine, California.
No obstante, la gran noticia de 2023 para la firma es que la empresa alemana Rivada Space Networks, con sede en Estados Unidos, contrató a fines de febrero a Tyvak Nano-Satellite Systems, una filial de Terran Orbital, para fabricar 300 satélites en órbita. La red de datos basada en el espacio es transformadora: proporcionará una baja latencia similar a la fibra y una entrega de datos de gigabit por segundo. El despliegue comenzará en 2025, con 300 satélites (288 más 12 de repuesto) para mediados de 2026. Los medios no han dudado en calificarlo como el contrato de satélite pequeño más grande de la historia, cuyo monto potencial asciende a USD 2.400 millones en el mediano plazo. Tal fue la magnitud del contrato que la acción aumentó fuertemente su valor tras el anuncio, pasando el 21 de febrero de USD 1,75 a USD 2,97 a fin del mismo mes.
Si bien se espera para este mes de marzo la publicación de balances del periodo 2022, el mercado estima que su facturación esté cercana a los USD 93,2 millones, marcando un alza de 129,9% en términos interanuales. Pese a ello, debido a la suba de los gastos de administración y las compensaciones, el EBITDA arrojará un saldo negativo de USD 56,4 millones, motorizado principal y paradójicamente por el rojo de la unidad de soluciones satelitales. Sumado a la carga de intereses de USD 23 millones, el flujo libre de caja experimentó una pérdida de USD 162,3 millones, es decir, un monto mayor al de sus ventas. Con este dato se entiende que, tras la fuerte suba que tuvo la acción en febrero, su desplome posterior hasta llegar a poco menos de USD2 el 17 de marzo.
Para el presente ejercicio, se prevé un aumento de la facturación del 165% hasta llegar a superar los USD 247 millones y un margen bruto de USD 37,8 millones. No obstante, el mercado recién espera un EBITDA nuevamente en el terreno positivo para 2024, donde se empiece a evidenciar el preámbulo del acuerdo firmado con Rivada Space Networks.
Por último, persiste la intriga respecto a cómo financiará Terran el convenio celebrado, ya que el mercado no advierte una mejora del flujo de efectivo para la compañía siquiera en 2024, a la vez que no se perciben cambios significativos en la cuenta de intereses ni un gran monto en la cuenta de resultados no asignados y/o reservas de la compañía. No es de extrañar que para ese entonces se explore un nuevo acuerdo de financiamiento con Lockheed Martin o bien se recurra al mercado de capitales en búsqueda de fondeo. En lo que refiere al 2023, no se verifican pedidos de asistencia crediticia, lo cual resulta una buena señal habida cuenta del elevado nivel de las tasas de fondeo que prevalecen en la actualidad.
Proyección histórica de ingresos – actual y estimado (en mm USD)
Autor: Daniel Miliá. Magister en Gestión Económica y Financiera de Riesgos Especialista en Mercado de Capitales. Lic. En Economía. Autor de libros y artículos de finanzas y mercado de capitales. Conferencista nacional e internacional.
