Marcos Actis, presidente del Directorio de Veng, indicó al medio Convergencia que el Tronador II estaría listo para 2029 y podría comenzar a poner satélites en órbita en 2030. Sin embargo, estos planes, aclaró Actis, dependerán del lugar que ocupe la agenda espacial en el próximo gobierno.

La empresa recientemente completó la producción de todos los componentes necesarios para cerrar el primer prototipo de tanque estructural para el Tronador II-250. Estos avances forman parte del Proyecto Inyector Satelital para Cargas Útiles Livianas (ISCUL) de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE). A través de este proyecto, se lleva a cabo el desarrollo y la fabricación del Tronador II, que permitirá colocar satélites de entre 500 y 750 kg en órbita, a una altura de hasta 600 kilómetros de la Tierra. Con tecnología desarrollada en Argentina, el vehículo será propulsado por oxígeno líquido y queroseno.

El prototipo tiene 3,5 metros de largo y 2,5 metros de diámetro y consta de dos mamparos y dos secciones cilíndricas. Cada mamparo está formado por ocho paneles y un refuerzo, y los perfiles cilíndricos se fabrican a partir de cuatro chapas laminadas. Todos los elementos están fabricados en aluminio 2219 de 3,2 milímetros de espesor. VENG espera que la soldadura para cerrar este primer tanque comience en las próximas semanas. Este trabajo se realizará en las instalaciones de VENG en la ciudad de Pipinas.

El año pasado, VENG recibió financiamiento para continuar con el desarrollo del vehículo, que tiene previstas las primeras pruebas de motor para 2026 y su lanzamiento desde la base espacial Manuel Belgrano en 2030.

En cuanto al desarrollo de plataformas de lanzamiento de satélites en el país, Actis aclaró que el plan de contar con una en Bahía Blanca es aún de largo plazo. En 2024 se retomará el trabajo en lanzamiento de artefactos de menor tamaño desde la base La Capetina, en Pipinas, de manera de lograr poner en órbita pequeñas cargas de prueba un año más tarde.