Viasat, tras la adquisición de Inmarsat, afronta un 2023 con caída en su facturación y margen bruto

Por Daniel Miliá

La firma alcanzó en 2022 una facturación de USD 2.787,6 millones anuales, superando un 23.6% el monto evidenciado el año anterior. Su estructura de costos creció levemente por encima de ese guarismo, lo que llevó al margen bruto a estacionarse en torno al 22%.

A lo igual que el resto de las empresas del sector, experimenta un alza en los gastos de investigación y desarrollo lo que redunda en una contracción del EBITDA, el cual alcanzó los USD 611,2 millones, denotando una suba del 15,2% interanual. El mayor reporte de facturación le permitió disminuir considerablemente el rojo de su flujo de efectivo desde los USD 72 millones a los USD 15,5 millones al cierre del ejercicio 2022.

Ya comenzado el 2023, la empresa, anticipó a mediados del mes pasado que los reguladores antimonopolio de la Unión Europea están dispuestos a autorizar la oferta de USD 7.300 millones para la adquisición de su rival británica de satélites Inmarsat, sin exigir condicionalidades. En efecto, el día 25 de mayo la Comisión Europea ha aprobado finalmente la oferta de Viasat, de hecho su investigación concluyó que el acuerdo no plantearía ningún problema de competencia en el Espacio Económico Europeo, ya que se espera que un número de competidores considerables proporcione una competencia suficiente a la entidad fusionada.

A su vez, la primera semana de junio Viasat anunció que fue seleccionada por la Dirección de Vehículos Espaciales del Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea estadounidense para proporcionar conectividad de retransmisión espacial en órbita para su programa ARBALEST, cuyo objetivo es apoyar una futura demostración espacial de capacidades operativas para el Departamento de Defensa.  La solución de retransmisión espacial de Viasat es clave para permitir estas capacidades y aprovechará la próxima constelación ViaSat-3, que incluye tres satélites GEO de clase terabit en banda Ka, para proporcionar cobertura continua a las naves espaciales LEO en cualquier lugar y en cualquier momento de su órbita. Se estima que este contrato le aportará a la empresa no menos de USD 50 millones en la medida que alcance su capacidad operativa inicial a finales de 2025.

Hacia la segunda semana del mes, la empresa anunció que su producto de encriptación tierra-espacio de próxima generación, el KG-255XJ, cuenta ahora con la certificación Tipo-1 de la Agencia de Seguridad Nacional norteamericana (NSA). La unidad criptográfica final está ahora certificada para proteger información clasificada de alto secreto/compartimentada sensible e inferior, incluidas las comunicaciones de telemetría, seguimiento y mando y de datos de misión entre los centros de operaciones por satélite (SOC) y los satélites en órbita. La clasificación Tipo-1 es el nivel de certificación de seguridad más alto que concede la NSA, y el KG-255XJ es la única solución criptográfica en producción con capacidad para acceder a todos los enlaces TT&C de todos los satélites actuales en órbita del Departamento de Defensa estadounidense.

Sumado a ello, Viasat sigue coordinándose con los clientes militares y los integradores de satélites para utilizar esta tecnología con el fin de añadir funciones adicionales para satisfacer las necesidades cambiantes de la comunidad espacial y aportar un enfoque holístico a la seguridad de todo el sistema tierra-espacio frente a la protección de un único activo o conjunto de datos. No obstante, a juzgar por las perspectivas para el 2023-2024, el mercado parece no pricear estos logros.

Particularmente, el ejercicio 2023 viene con un pronóstico negativo según el consenso de los analistas. Las ventas proyectadas alcanzarán los USD 2.556,2 millones retrocediendo un 8,3% frente al año anterior. A su vez, y pese a una reducción de los costos aún mayor que la baja en los ingresos, el margen bruto se derrumbará casi un 15%. Esto obligará a la empresa a reducir los gastos en investigación y desarrollo que tanto ha expandido en 2022 para tratar de frenar la sangría de efectivo que le reportará la adquisición de Inmarsat. En tal sentido, se estima que el EBITDA rondará los USD 583,2 millones, es decir, un retroceso del 5,4%, mientras que el flujo de efectivo consolidado crecerá hasta los USD 1.084,8 millones gracias al fondeo de la firma adquirida y aporte de inversores comprometidos para atender el mayor tamaño que tendrá la firma. 

Proyección histórica de ingresos – actual y estimado (en mm USD)

Autor: Daniel Miliá. Magister en Gestión Económica y Financiera de Riesgos Especialista en Mercado de Capitales. Lic. En Economía. Autor de libros y artículos de finanzas y mercado de capitales. Conferencista nacional e internacional.

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