Según el medio ruso TASS, la primera sonda de fabricación nacional en la historia moderna de Rusia, denominada Luna-25, entregará un módulo de aterrizaje para investigación y exploración en el área del polo sur de la Luna, luego de un lanzamiento programado para el 11 de agosto de este año. La misión será el primer viaje lunar ruso en más de 45 años.
Después de años de retrasos, la sonda Luna-25 de Rusia está programada para lanzarse a la Luna a bordo de un cohete Soyuz-2 Fregat el próximo 11 de agosto. Anteriormente, la agencia espacial rusa Roscosmos había informado que el lanzamiento de la misión se había trasladado de julio a agosto para lograr la confiabilidad requerida en la implementación del proyecto.
La nave espacial aterrizará cerca del cráter Boguslavsky en el polo sur de la Luna, una región que se cree que es rica en hielo de agua, que varios países buscan explorar, incluido EE. UU. La nave espacial de 800 kg tiene un brazo de 1,6 m equipado con una herramienta para extraer muestras lunares. La nave espacial también llevará detectores de polvo, instrumentos de partículas cargadas, sistemas de imágenes y una serie de espectrómetros.
La misión será el primer viaje lunar ruso en más de 45 años. La Unión Soviética fue el primer país en aterrizar una nave espacial en la Luna en 1966 con su misión Luna-9, hito al que le siguieron seis alunizajes exitosos más en los siguientes 10 años, antes de que el programa se diera de baja en 1976.
Un aterrizaje exitoso del sonda Luna-25 representaría un hito importante en la búsqueda de Rusia para revivir su programa lunar después de años de inactividad y en el contexto de un plan a largo plazo para establecer una base lunar permanente en el polo sur lunar para 2028.