El satélite Biomass de la Agencia Espacial Europea (ESA) fue lanzado con éxito el 29 de abril de 2025 a las 11:15 CEST desde el Puerto Espacial Europeo en Kourou, Guayana Francesa, a bordo de un cohete Vega-C . Este satélite es la séptima misión del programa Earth Explorer de la ESA y tiene como objetivo principal medir la biomasa forestal global para mejorar la comprensión del ciclo del carbono en la Tierra.
Características y objetivos de la misión
Biomass es el primer satélite en portar un radar de apertura sintética en banda P (P-band SAR), una tecnología innovadora que permite penetrar el dosel forestal y medir directamente los troncos y ramas de los árboles, donde se almacena la mayor parte del carbono . Esto es especialmente útil en regiones tropicales densas y de difícil acceso, donde los datos actuales sobre biomasa son limitados.
El satélite orbita la Tierra a una altitud de aproximadamente 666 km en una órbita heliosíncrona, lo que le permite observar cada punto de la superficie terrestre en condiciones de iluminación similares. Durante su misión primaria de cinco años, Biomass generará mapas 3D detallados de las reservas de carbono forestal, proporcionando datos cruciales para políticas de conservación y acuerdos internacionales sobre el cambio climático.
Estado actual y próximos pasos
Tras el lanzamiento, el satélite se separó del cohete aproximadamente una hora después y estableció comunicación con el centro de operaciones de la ESA en Darmstadt, Alemania, a través de la estación terrestre de Troll en la Antártida . Actualmente, Biomass se encuentra en la fase de puesta en servicio, durante la cual se están verificando y calibrando sus sistemas e instrumentos. Se espera que los primeros datos preliminares estén disponibles en los próximos días, y que los conjuntos de datos completos se publiquen dentro de aproximadamente un año.
Relevancia y aplicaciones
La información proporcionada por Biomass será fundamental para reducir las incertidumbres en las estimaciones de emisiones y absorciones de carbono asociadas a la deforestación, degradación y regeneración forestal. Además, permitirá monitorear cambios en la biomasa forestal a nivel global, lo que es esencial para evaluar el impacto del cambio climático y la efectividad de las políticas de conservación.
Fuente: www.esa.int/