El pasado 24 de febrero el fabricante británico de teléfonos resistentes Bullitt presentó sus primeros teléfonos inteligentes habilitados para satélite que pueden enviar y recibir mensajes de texto fuera de la cobertura celular. La compañía presentó estos nuevos dispositivos en el marco de la conferencia Mobile World Congress (MWC) 2023 en Barcelona realizada la semana pasada.
El primer anuncio fue el lanzamiento del dispositivo Cat S75, un nuevo modelo de los celulares resistentes emblema de la compañía, con un chip integrado de última generación de MediaTek que permite la conectividad directa a satélites geoestacionarios a 37.500 km de altura sobre la Tierra, para enviar mensajes o señales de emergencia SOS en zonas sin cobertura móvil. Según el comunicado de la empresa, el precio base del dispositivo rondará unos 600 euros y estará orientado a los mercados de Europa y Medio Oriente.
El segundo anuncio fue el lanzamiento del smartphone también resistente Motorola Defy 2, con capacidades de conectividad satelital y un nuevo dispositivo Bluetooth con enlace de conectividad satelital móvil que puede ser usado por smartphones con sistemas operativos Android y iPhone. El smartphone estará disponible en determinados mercados en América del Norte, América Latina y Canadá a partir de abril, con un precio base de 599 dólares.
Estos dispositivos están diseñados para buscar un enlace con satélites geoestacionarios en caso de no poder conectarse a través de redes celulares o Wi-Fi, y mandar mensajes de texto a destinatarios que tengan instalada la aplicación de mensajería satelital patentada de Bullitt, disponible para usuarios de Android y iPhone.
El servicio de conectividad es facilitado por una startup de Silicon Valley denominada Skylo, que cuenta con asociaciones con operadores GEO, incluido Inmarsat. El negocio de la startup se basa en usar estos satélites para conectar dispositivos remotos formando una red de Internet de las cosas (IoT).
Este lanzamiento ha sido largamente esperado dentro de la industria, ya que hasta ahora solo se conocía la iniciativa de Bullit para dar conectividad a celulares Motorola a partir de satélites de Inmarsat, sin grandes precisiones sobre los modelos en que se incluiría tal capacidad y sus características. La expectativa fue particularmente alimentada por el gran dinamismo en el segmento en los últimos meses, que parece estar siendo validado por los principales grupos de la industria a nivel global.
Actualmente, Apple se encuentra implementando un servicio de mensajes de emergencia a través de satélites de Globalstar en los celulares iPhone 14 y iPhone14 Pro para los mercados de EE. UU. y Canadá. A fines de octubre, SpaceX firmó una asociación con T-Mobile para desarrollar un servicio de satélite a celular para la segunda generación de la constelación Starlink. Siguiendo otro tipo de estrategia, a principios de año se anunció una asociación entre Qualcomm e Iridium para dar conectividad a celulares Android y dispositivos Garmin, mediante el chip Snapdragon Satellite. Asimismo, la empresa Lynk Global, que ha realizado demostraciones tecnológicas de un servicio de satélite a celular con sus satélites en órbita, recibió recientemente la aprobación de la FCC para ofrecer comunicaciones de mensajes de texto en países donde cuenta con socios estratégicos y aprobación por parte de los organismos regulatorios.
Si bien el segmento aún se encuentra en sus inicios, en parte debido a que las constelaciones actuales no tienen la capacidad de admitir funciones móviles ricas en datos a escala, se observa un escenario de creciente presión competitiva a nivel global. En uno de sus últimos informes, la consultora especializada en el sector espacial, NSR, afirma que el mercado de conectividad directo de satélite a celular tendrá un valor de 93.1 mil millones de dólares entre 2021 y 2031. Sin embargo, estas proyecciones se basan en que eventualmente las empresas logren ofrecer soluciones de conectividad más complejas que simples mensajes de textos. Para ello se requieren inversiones muy altas y una gran velocidad en la comercialización y prestación y servicio a los operadores de redes móviles (MNO) y clientes. A la vez, estos proyectos presentan desafíos técnicos asociados a la miniaturización de antenas en los dispositivos móviles y del segmento espacial, la articulación con protocolos de comunicaciones terrestres, y cuestiones asociadas al manejo del espectro, entre factores relevantes.