La compañía estadounidense de vehículos de transferencia espacial Launcher anunció en un comunicado de prensa que su vehículo Orbiter SN3, en el que viajaban dos cubesats de la empresa argentina Innova Space, tuvo problemas técnicos luego del despegue de la misión Transporter-8 de SpaceX el pasado 12 de junio. Si bien los cubesat para IoT de InnovaSpace sobrevivieron y pudieron desplegarse exitosamente, otros satélites de demostración tecnológica quedaron inutilizables. Según el comunicado, la causa raíz de la anomalía parece ser la naturaleza del software.
Innova Space es una startup marplatense creada 2019 y apoyada por Neutrón, una aceleradora de proyectos tecnológicos, y por distintos programas de financiamiento del Estado argentino. Busca desplegar una constelación de hasta 100 satélites de órbita terrestre baja (LEO), entre 150 y 1200 km de altitud, para aplicaciones de Internet de las Cosas (IoT) con foco en agricultura de precisión. En esta misión fueron lanzados dos satélites tipo Cubesat: MDQSAT-1C y MDQSAT-1D. Uno de ellos llamado «Juana Azurduy II» y el otro «Simón Bolívar». Ambos tienen las mismas características en cuanto a peso y dimensiones, alrededor de 500 gramos y 10x10x5 cm.
El vehículo de transferencia orbital en que viajaban los satélites, llamado Orbiter SN3, aparentemente se separó con éxito del cohete. Sin embargo, poco después se descubrió por telemetría que el Orbiter SN3 estaba girando con una alta velocidad de rotación. Este giro había sido causado por un sistema de control de actitud a bordo defectuoso. Ante el riesgo de que el giro no permitiera que los paneles solares cargaran la batería y, por lo tanto, cortaran todas las comunicaciones, la empresa Launcher decidió desplegar todos los cuatro satélites a bordo. Más tarde, el Orbiter SN3 se quedó sin energía, lo que impidió que se utilizara como objetivo de acoplamiento para el satélite Otter Pup, un satélite de demostración tecnológica de 37 kg, que ahora es considerado como inutilizable.