La empresa japonesa Astroscale, dedicada a servicios en órbita con foco en sustentabilidad espacial, anunció que su satélite de demostración de inspección de desechos comerciales logró realizar las operaciones de vuelo controlado alrededor de los restos de un cohete japonés varado en órbita baja desde 2009.
El satélite logró capturar imágenes de la etapa superior del cohete japonés H-2A desde distintos ángulos y condiciones de iluminación mientras mantenía una posición fija controlada a aproximadamente 50 metros de la etapa superior.
Los satélites y desechos en la órbita baja de la Tierra (por debajo de los 2,000 km de altura) viajan a velocidades de aproximadamente 7 a 8 km por segundo, lo que resalta el desafío de localizar, acercarse, orbitar y recopilar datos de objetos a esta altitud. Estas capacidades son la base para el servicio en órbita que nuevas empresas privadas están intentando ofrecer a nivel global.
Según Astroscale, el satélite de demostración denominado Active Debris Removal by Astroscale-Japan (ADRAS-J) es el primer intento mundial de acercarse, caracterizar y examinar de manera segura el estado de un fragmento existente de gran tamaño mediante Operaciones de Rendezvous y Proximidad (RPO). La nave espacial, lanzada por Rocket Lab a principios de este año, fue seleccionada por JAXA, la agencia espacial japonesa para la primera fase de su programa de eliminación de desechos comerciales, destinado a demostrar tecnologías para eliminar grandes desechos como satélites y restos de lanzadores en órbita baja.
En esta misión, la nave se acercó al cuerpo de la etapa superior del cohete japonés H-2A, que lanzó el satélite de observación de la Tierra GOSAT en 2009. Los restos del lanzador miden 11 metros de largo, 4 metros de diámetro y un peso aproximado de 3 toneladas. Tras demostrar un enfoque seguro y operaciones de proximidad, ADRAS-J ha ido recolectando imágenes y otros datos para evaluar su movimiento y condición estructural.
El hito se produce tras un primer intento fallido en junio, en el que ADRAS-J completó aproximadamente un tercio de la maniobra cuando una anomalía de actitud inesperada desencadenó un aborto autónomo. ADRAS-J luego se reaproximó a la etapa superior y demostró dos observaciones de vuelo exitosas.