Por Daniel Miliá
La declaración de quiebra de Virgin Orbit Holdings Inc, de Richard Branson, ha asestado un duro golpe a las esperanzas de Japón de construir una industria espacial nacional, con los planes de un puerto espacial con sede en Kyushu diseñado para atraer al turismo en suspenso por falta de financiación. La prefectura de Oita, que alberga el mayor número de fuentes termales de Japón, se asoció con Virgin Orbit en 2020 para crear su primer puerto espacial asiático utilizando un Boeing 747 para el lanzamiento horizontal de cohetes.
Pese al trasfondo de la quiebra de Virgin Orbit, otra empresa japonesa, en este caso Mitsubishi Electric, creará una empresa conjunta con Mitsubishi Heavy Industries a los fines de para combinar operaciones, activos y tecnologías centradas en los sistemas generadores de energía. La empresa japonesa de electrónica, que cotiza en Londres, tendrá una participación mayoritaria en la nueva empresa conjunta, mientras que Mitsubishi Heavy Industries será el accionista minoritario.
En relación con ello, Gran Bretaña y Japón conformarán un proyecto tripartito con Italia para construir un caza avanzado, donde Roma sólo pagará una quinta parte del costo total del desarrollo. El desglose aproximado de la inversión, aproximadamente 40% a cargo de la firma japonesa, es uno de los primeros detalles que surgen de las conversaciones y será un desafío evaluar si el país asiático y Europa pueden, o no, colaborar en grandes proyectos militares.
Los detalles sobre las empresas que construirán los componentes específicos se están concretando en conversaciones periódicas entre funcionarios gubernamentales de menor rango y contratistas de Gran Bretaña, Japón e Italia. Entre ellas se encuentra, además de Mitsubishi Heavy Industries, (que se espera que lidere el diseño junto con la británica BAE Systems PLC.) la empresa italiana Leonardo Spa, la cual está trabajando con Mitsubishi Electric en los sensores del avión, y Rolls Royce PLC que colaborará con el fabricante japonés de motores a reacción IHI Corp.
Por otra parte, en un reciente anuncio, a inicios de abril la empresa puso en órbita un satélite de radar de apertura sintética (SAR, por sus siglas en inglés) del Gobierno japonés para mejorar su respuesta a los desastres y monitorear los desarrollos en las instalaciones militares de Corea del Norte. El Centro de Inteligencia Satelital del Gabinete informó que el satélite es capaz de capturar imágenes de la Tierra durante la noche y bajo condiciones climáticas adversas, y también puede transmitir datos en caso de un desastre natural. Según informes de la empresa, el costo rondó los USD 396 millones su desarrollo y USD 88 millones su lanzamiento.
Dentro de este marco, se conoció hace una semana la publicación de resultados del ejercicio 2022, reportando una tasa histórica de crecimiento de ventas en el orden del 10,6%, hasta alcanzar una facturación de USD 1.054,7 millones. El margen bruto alcanzó los USD 376,2 millones, denotando un leve aumento del 3,3% anual.
El EBITDA evidenció una tenue baja del 1,7% respecto al ejercicio previo que estuvo ligado a los gastos relacionados al marketing y esfuerzo de ventas. Fue bien recibido por el mercado la baja en los gastos de administración, razón por la cual su acción reportó ganancias al cierre de la primera semana de abril.
Para el periodo 2023, no se verifica cambios sustantivos en la facturación ni en el EBITDA, el cual seguirá rondando alrededor de USD 150 millones. No obstante, el mercado ya pricea que el financiamiento del proyecto tripartito descripto anteriormente será mediante fondeo en el mercado de capitales, habida cuenta del aumento abrupto en la cuenta de intereses.
Proyección histórica de ingresos – actual y estimado (en mm USD)
Autor: Daniel Miliá. Magister en Gestión Económica y Financiera de Riesgos Especialista en Mercado de Capitales. Lic. En Economía. Autor de libros y artículos de finanzas y mercado de capitales. Conferencista nacional e internacional.
