Este jueves 1 de diciembre, la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), el organismo que regula el uso comercial y civil del espectro radioeléctrico en Estados Unidos, aprobó parcialmente la solicitud de SpaceX para desplegar la segunda generación (Gen2) de su constelación Starlink. Esto le permite a la compañía ubicar en órbita baja (LEO) hasta 7500 nuevos satélites, una cuarta parte de los 29.988 satélites propuestos, y posponer el lanzamiento del resto.
Los 7.500 satélites aprobados entrarían en capas orbitales a una altitud de 525 kilómetros con una inclinación de 53 grados, 530 kilómetros con 43 grados y 535 kilómetros con 33 grados. SpaceX había solicitado permiso para lanzar satélites en órbitas más altas y más bajas que las aprobadas por la FCC: 19.440 satélites en órbitas entre 340 y 360 kilómetros y 468 satélites en altitudes de 604 y 614 kilómetros, y 10.080 satélites en las tres capas aprobadas entre 525 y 535 kilómetros.
La FCC declaró que su aprobación inicial coincide con los planes de SpaceX para el despliegue de la constelación, que se realizaría a través de lanzamientos a bordo de su lanzador Falcon 9 y su nave espacial Starship. Luego, SpaceX planea llenar las capas inferiores de la constelación antes de completar el sistema con las capas de 604 y 614 kilómetros.
A través del documento publicado, la FCC declaró: “Nuestra acción permitirá a SpaceX comenzar el despliegue de Gen2 Starlink, que traerá banda ancha satelital de próxima generación a los estadounidenses en todo el país”. “Al mismo tiempo, esta subvención limitada y las condiciones asociadas protegerán a otros operadores satelitales y terrestres de interferencias dañinas y mantendrán un entorno espacial seguro, promoviendo la competencia y protegiendo el espectro y los recursos orbitales para uso futuro.”
La FCC señaló que su decisión aborda las preocupaciones de seguridad orbital planteadas por los otros operadores de satélites. En particular, la orden impide que SpaceX tenga cualquier satélite Starlink que supere los 580 kilómetros para evitar conflictos con los satélites del Proyecto Kuiper de Amazon, que tienen licencia para esas altitudes. A la vez, la FCC sostuvo que los satélites Gen2 Starlink deben poder cumplir con su pedido, aprobado en septiembre, que requiere que los satélites en órbita terrestre baja salgan de órbita no más de cinco años después del final de sus vidas útiles.
El documento publicado establece una serie de requisitos adicionales. Por un lado, la FCC exige a SpaceX que continue un trabajo de coordinación con la NASA para evitar posibles interferencias entre sus satélites. También requiere que la compañía trabaje con la Fundación Nacional de Ciencias (NSF) y observatorios específicos para mitigar la interferencia con las observaciones astronómicas ópticas y de radio. Esto se debe a que el tamaño de los satélites Gen2, significativamente más grandes que los satélites Starlink existentes, ha generado preocupación entre la comunidad científica de astrónomos a nivel internacional por el brillo que generan al ser observados desde la tierra. SpaceX ha argumentado que incorporará nuevas tecnologías, como espejos dieléctricos, para reflejar la luz solar lejos de la Tierra y hacer que los satélites Gen2 sean más tenues que los modelos actuales.