por Daniel Miliá*

La firma en el último trimestre del año 2022 logró remontar parte de la pérdida de ingresos de los primeros meses del año gracias a la adjudicación de una acción contractual indefinida de la Agencia de Defensa Antimisiles de Estados Unidos, valorada en hasta $527,7 millones, la cual le permitirá ampliar las capacidades de defensa antiaérea y antimisiles del país.

En este sentido, la empresa expuso sus resultados para el cuatro trimestre del año 2022, evidenciando una facturación de $ 18.990 millones, un 3% más en relación con el mismo periodo del año anterior. Pese a este repunte, y tras un año de exhibir indicadores negativos en sus ventas, los costos subieron hasta los $15.955,2 millones, un 4,2% más en términos interanuales.  Con todo ello, el EBITDA del periodo 2022 rozó los $2.700 millones y el ingreso neto de la firma alcanzó los $1.910,8 millones, marcando una caída del 6.7% interanual debido fundamentalmente al aumento de las compensaciones y los gastos operativos que implican $9.80 de cada $10 que eroga la firma. 

La empresa posee cuatro unidades de negocios: la venta de sistemas aeronáuticos, espaciales, los de misión y electrónicos, y los sistemas de defensa y control de incendios. A excepción de estos últimos, el resto tuvieron un desempeño negativo en el consolidado anual, con caídas del 3% al 5% en promedio. Las ventas totales llegaron hasta los $65.243,8 millones y los ingresos antes de impuestos alcanzaron los $8.360 millones

Para 2023, las estimaciones prevén una reversión de los indicadores negativos que ha exhibido la firma hasta el momento. Debido a una serie de acuerdos que se cerraron durante el mes de enero del presente año, la facturación de los próximos doce meses crecerá poco menos del 1%, y se situará en alrededor de $65.738 millones. La mejora en el EBITDA también vendrá del lado de baja en los gastos en investigación y desarrollo y las compensaciones.

No obstante, una señal de alarma moderada empieza a ser priceada por el mercado debido a que, pese a un flujo de caja acumulado hasta el año pasado de $5.770 millones, no habrá fondeo suficiente para financiar la producción comprometida del presente ejercicio. Es por ello que, en la estimación de pago de intereses, se prevea un aumento de 23,8% de los mismos hasta llegar a los $715 millones en 2023. En otras palabras, la carga de los servicios de deuda representará poco más del 10% de la utilidad neta.

La mejora en la performance para este año, se debió a una batería de anuncios que fueron bien vistos por el mercado en las primeras tres semanas del año. En este sentido, la unidad de sistemas aeronáuticos cerró un contrato de $7.840 millones con la marina estadounidense. La modificación añade alcance para adquirir 127 aviones F-35 Lote 16, que incluyen 89 aviones F-35A, 23 aviones F-35B y 15 F-35C. También incluye la compra de aviones F-35 y equipos auxiliares asociados al programa Joint Strike Fighter por parte de la fuerza aérea, la armada, el cuerpo de marines, los participantes no estadounidenses del Departamento de Defensa y los clientes extranjeros.

Por su parte, la división de servicios de misiones y electrónicos, anunció el 6 de enero un contrato de $139,7 millones con la armada estadounidense para proporcionar apoyo de ingeniería, desarrollo de software, mantenimiento en servicio, integración, logística y apoyo de campo para las configuraciones del sistema de combate AEGIS. El contrato incluye opciones que, en caso de ejercerse, elevarían el contrato a $853 millones. Cuatro días más tarde, en su batería de anuncios, la división de defensa anuncia una modificación de $260,8 millones de dólares de un contrato para la modificación de  suministro de gestión de programas, desarrollo de ingeniería, integración de sistemas, material de larga duración y equipos especiales en apoyo de la producción de misiles.

En la tercer semana de enero,  la firma consiguió una modificación de $84,9 millones (ampliables a $183 millones) de un contrato de las fuerzas aéreas estadounidenses para sistemas de radar tridimensional expedicionario de largo alcance. La modificación prevé el ejercicio de opciones para cuatro radares 3DELRR, la gestión de la producción asociada, viajes y otros costos directos, así como datos en el marco del contrato básico.

Por último, el 18 de enero Australia confirmó  que comprará 40 helicópteros militares Black Hawk a Estados Unidos por un importe estimado de $1.960 millones. Se trata de los UH-60M Black Hawk de Lockheed Martin, los cuales sustituirán a la flota de helicópteros MRH-90 que será desafectada por problemas de mantenimiento.  

Sin embargo, la cadena de anuncios resultó empañada en la última semana del mes. Si bien los contratiempos en la cadena de suministro provocados por la pandemia  y la falta de mano de obra calificada redujeron los márgenes del sector, a esto se le debe sumar la ralentización del gasto en defensa en 2023 ,después de haber alcanzado niveles máximos cuando Estados Unidos y sus aliados aumentaron sus presupuestos tras la invasión rusa en Ucrania.

El dato más relevante quizás pasó desapercibido para la mayoría de los analistas económicos: la elección de Kevin McCarthy como presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos y su promesa de frenar el gasto también suscitó inquietud sobre las perspectivas a corto plazo de empresas de defensa como Lockheed Martin, que obtienen gran parte de sus ingresos del gobierno estadounidense.

Proyección histórica de ingresos – actual y estimado (en mm usd)

*Autor: Daniel Miliá. Magister en Gestión Económica y Financiera de Riesgos Especialista en Mercado de Capitales. Lic. En Economía. Autor de libros y artículos de finanzas y mercado de capitales. Conferencista nacional e internacional.