Por Daniel Miliá
En 2022, la empresa obtuvo su mejor performance de ventas de los últimos diez años, tras alcanzar una facturación de USD 211 millones (+239%) y un margen bruto de USD 19 millones (+1.103,2%). Sin perjuicio de ello, la estructura de costos y gastos denotaron un peso excesivo al cierre de resultados, evidenciando un EBITDA negativo en USD 38,5 millones y un flujo de efectivo deficitario en el orden de los USD 135,98 millones.
Las perspectivas para 2023 apuntan a una suba de ingresos cercana al 35% interanual, con un fuerte repunte del margen bruto, el cual se estima en USD 48,6 millones. No obstante, dada la estructura de gastos comprometida en 2023, en especial aquellos destinados a investigación y desarrollo debido a los contratos celebrados el año pasado, no se espera que la empresa retorne a valores positivos de EBITDA hasta mediados de 2024, mientras que para un flujo de efectivo con superávit habrá que esperar recién hasta el 2025.
Pese a ello, lo interesante y resaltado por el mercado es que está sosteniendo este proceso de expansión con aporte de los accionistas, debido a la restricción que se observa en la cuenta de intereses.
La expansión de negocios y operatoria tiene su asidero no solo en los nuevos lanzamientos publicados durante febrero y marzo, sino también en la celebración de contratos con extensión a 2025, lo cual permite contar con un flujo de fondos cierto durante los próximos ejercicios. En tal sentido, la empresa lanzó dos nuevos productos de sistemas espaciales de alto rendimiento diseñados para aumentar la disponibilidad de componentes esenciales para el mercado mundial de pequeños satélites. Los nuevos productos, que refuerzan la línea existente de componentes para satélites de eficacia probada de la empresa, incluyen la radio definida por software Frontier-X, diseñada para proporcionar datos de alta velocidad a misiones de pequeños satélites, como una nueva rueda de reacción de 12 Nms armada específicamente para satélites de clase constelación.
A sus planes de expansión, se suma una nueva filial de su propiedad, Rocket Lab Australia, para explorar oportunidades de apoyo a la expansión de las capacidades espaciales nacionales de ese país. Con posterioridad a este hito, la firma vuelve a sorprender conseguido un acuerdo de múltiples lanzamientos para una rápida sucesión de cuatro misiones Electron encomendados por Capella Space, una empresa estadounidense de tecnología espacial y el principal proveedor mundial de imágenes comerciales de radar de apertura sintética (SAR). Programadas para su lanzamiento a partir del segundo semestre de 2023, cada misión Electron desplegará en órbita terrestre baja un único satélite Acadia de imágenes SAR de la Tierra.
A marzo de 2023, la empresa ha desplegado ya con éxito un total de 155 satélites en órbita desde las tres plataformas de lanzamiento de la empresa en Estados Unidos y Nueva Zelanda. El éxito del lanzamiento desde LC-2 marca el comienzo de una nueva era de capacidad de respuesta para el lanzamiento de pequeños satélites desde suelo estadounidense. Construido con el apoyo de Virginia Space, la Commonwealth de Virginia y la NASA Wallops Flight Facility, el Complejo de Lanzamiento 2 de Rocket Lab está diseñado para atender las necesidades espaciales de respuesta de clientes comerciales, civiles, de defensa y de seguridad nacional, soportando hasta doce misiones al año. En definitiva, este comienzo apuntalará el ciclo de ventas para fondear la operatoria 2023, hasta llegar al break even en 2024/5.
Proyección histórica de ingresos – actual y estimado (en mm usd)
Autor: Daniel Miliá. Magister en Gestión Económica y Financiera de Riesgos Especialista en Mercado de Capitales. Lic. En Economía. Autor de libros y artículos de finanzas y mercado de capitales. Conferencista nacional e internacional.
