Por Eliana Fernández Massi
Uno de los paneles del evento Satellite 2023 en Washington DC reunió a directivos de operadores, proveedores de servicios y fabricantes de terminales para discutir los desafíos que enfrentan los proveedores de segmento terreno a la hora de compatibilizar sus sistemas con las distintas ofertas de capacidad provenientes de satélites en distintas órbitas (GEO, MEO, LEO) y su integración con las redes terrestres.
La noción de conectividad “multiórbita”, también llamada “multi-capa”, hace referencia a la irrupción de nuevos satélites de telecomunicaciones en orbitas bajas (LEO) y medias (MEO), que a diferencia de los tradicionales satélites geoestacionarios (GEO), ofrecen menor latencia y cobertura global. El enfoque multi-órbita remite a los beneficios de complementar la oferta LEO con las prestaciones GEO de mayor estabilidad y más efectivas en términos de costo y rendimiento.
Por otro lado, el termino también alude a las distintas tecnologías de radiofrecuencia y de red utilizadas por los distintos sistemas hoy disponibles a raíz de estos cambios en el segmento espacial. Actualmente las tecnologías de radiofrecuencia se han multiplicado: desde antenas parabólicas, fijas o en movimiento, hasta antenas dirigidas electrónicamente desarrolladas actualmente por distintas empresas con diferentes tecnologías. También se están multiplicando las tecnologías de red: tanto analógicas como digitales, y distintos métodos de virtualización, de automatización y formas de conectar con las redes de telecomunicaciones terrestres y la nube.
Los sistemas multi-órbita plantean desafíos para los proveedores de segmento terreno en distintos niveles o capas: el hardware, la capa de aplicación, el manejo y orquestación de la red, etc. Estos temas, en particular la virtualización y la estandarización en estos distintos niveles, fueron abordados en uno de los paneles del evento Satellite 2023. El panel, moderado por Robert Bell, directivo de la Asociación Mundial de Telepuertos (WTA), reunió a directivos de empresas que se encuentran atravesando esta transición hacia el segmento terreno multi-órbita: los operadores Intelsat y Speedcast, el proveedor de segmento terreno Gilat y el fabricante de antenas Kymeta.
Los ejecutivos coincidieron en que la posibilidad de acceder a un mercado más grande es el principal motivo por el cual la industria satelital parece estar encaminada hacia una integración con el sector de las telecomunicaciones terrestres. Mencionaron que los clientes de movilidad a los que la industria ha servido tradicionalmente representa un mercado de entre mil y diez mil millones de dólares, mientras que el mercado B2B más amplio del ecosistema de telecomunicaciones es de más de 400 o 500 mil millones de dólares. El directivo de Kymeta señaló la importancia de atender a un mercado más amplio y de rápido crecimiento para poder atraer capital y en ese sentido valoró como positivos los esfuerzos de estandarización y de reducción de costos en la industria.
También se resaltó el hecho de que los fabricantes de chips estén diseñando procesadores compatibles con satélites en el marco de las iniciativas D2D como una muestra clara de un cambio de perspectiva respecto a lo que puede aportar la industria satelital al ecosistema de telecomunicaciones más amplio.
Según el CEO de Speedcast, lo que realmente cambió es que ahora se está comenzando a trabajar con redes 4G y 5G, donde es factible una integración directa con el ecosistema de telecomunicaciones. Se trata de un cambio en las dimensiones de la integración ya probada entre LTE y satelital, en camino a estandarizar los protocolos NTN (redes no-terrestres) incorporados al estándar 5G. Según el directivo, los esquemas de conectividad multi-órbita siguen esta misma tendencia, pero a una escala ampliada y sumando complejidad a los esfuerzos de integración. En este sentido, señala como problemática que la industria satelital se está demorando mucho en equilibrar las estrategias de agregación de red de manera de complementar los activos de los distintos operadores, lo cual sostiene que ha afectado negativamente a la experiencia de los usuarios.
Dentro de los casos de usos que actualmente ilustran este potencial de integración, del CTO de
Gilat destacó el trabajo con las MNO (operadores de redes móviles) en backhaul celular, señalando en particular que las tecnologías satelitales pueden ayudar a mejorar la calidad de audio de sus prestaciones. El directivo de Intesat, por su parte, señaló el desarrollo de terminales para conectividad en vuelo (IFC) para conectar con satélites GEO y LEO, y la puesta en marcha de una red central 5G en las instalaciones de Intelsat, aun no anunciada oficialmente. Otros casos de usos son las antenas de Kymeta con compatibilidad entre 4G LTE y satelital, junto con desarrollos en curso que buscan combinar opciones tecnológicas y económicas viables para clientes en banda Ku y 5G. Por su parte, el CEO de Speedcast destacó que sus clientes marítimos se encuentran demandando conectividad a través de satélites Starlink, para lo cual la empresa se encuentra desarrollando soluciones de redes privadas multi-órbita que puedan operar en la nube.
Respecto a la manera de implementar esta integración a nivel red, el CTO de Gilat señaló la importancia de virtualizar las plataformas, para lo cual considera clave dejar de usar hardware diseñado a medida y pasar a usar hardware “off-the-shelf”, disponible comercialmente y basado en estándares de interoperabilidad. A la pregunta del moderador por si esto representaría una reducción de costos, el ejecutivo aclaró que dependerá de si se trata de un cambio al nivel de una misma plataforma, donde efectivamente se verá una reducción de costos, o si se trata de una integración de distintas plataformas. En este último caso, el abaratamiento de una parte de la red podría generar el encarecimiento en otras. El ejecutivo afirmó que a largo plazo espera que efectivamente se observe una reducción de costos, pero que en el mediano y corto plazo se observaría una tendencia a la baja menos definida.
El CTO de Intelsat afirmó por su parte que para la integración es imprescindible contar con antenas de matriz en fase a un precio competitivo. Señaló que la virtualización de los componentes de radiofrecuencia es clave para que los costos de pasar de un sistema GEO a uno LEO y viceversa no se vuelvan prohibitivos, ya que el sistema se vuelve más complicado a medida que se crean más opciones de conectividad para los usuarios de las terminales. En este sentido, afirmó que poder reemplazar hardware por software en los primeros niveles de la red es clave.
Finalmente, el panel coincidió en que para que la industria esté realmente a la par con la industria móvil, también necesita evolucionar en sus procesos de estandarización. Respecto a los motivos por los cuales la industria satelital se ha resistido a la estandarización, el moderador del panel, Robert Bell, afirmó: “creo que es principalmente cultural. La industria se basó siempre en no tener un estándar, su encerramiento a nivel tecnológico fue la propuesta de valor principal de esta industria durante 50 años.” Y con relación al clima de incertidumbre hoy presente en el sector, agregó: “Es muy, muy difícil dejar de lado [la cultura de no estandarizar] porque no sabes cómo será tu futuro.”