Por Daniel Miliá
Kratos proporcionó recientemente una orientación de ganancias para el tercer trimestre y mantuvo sin cambios la previsión anual. Para el trimestre, la empresa espera unos ingresos cercanos a USD 260 millones y un margen neto de entre USD 3 y 6 millones. Para todo el año, la empresa estima que los ingresos corrientes se sitúen en torno a los USD 1.000 millones y el flujo neto de caja mejore en alrededor de USD 50 millones.
Lo relevante en su última publicación de balance es la caída en su liquidez corriente y el amesetamiento del nivel de deuda. Kratos poseía USD 237,1 millones de deuda a junio de 2023, por debajo de los USD 298,8 millones del año previo. Por otro lado, registra USD 48,2 millones en efectivo y equivalentes, lo que supone una deuda neta de unos USD 188,9 millones.
El dato no es diferente a las empresas del sector pero siembra cierta preocupación porque no es algo frecuente en esta firma en particular. Muy por el contrario, Kratos en épocas de conflictos bélicos y expansión del déficit norteamericano, siempre evidenció buenos ratios de cobertura de pasivos.
Examinando el perfil de vencimientos, la empresa reporta pasivos por un valor de USD 250,9 millones con vencimiento a menos de 12 meses y USD 351,6 millones con vencimiento posterior. Es aquí donde habría que poner especial atención puesto que si bien la firma posee USD 48,2 millones en cash, las cuentas por cobrar rozan los USD 337,7 millones, lo que implica un descalce de USD 216,6 millones en el capital de trabajo el cual, presumiblemente, se cubra con más endeudamiento. Sin perjuicio de ello, Kratos tiene una capitalización bursátil superior a los USD 2.000 millones y es difícil suponer que ese déficit de cobertura no pueda ser fondeado. Aún así, la cobertura de intereses es relativamente baja, lo que da señales de un elevado apalancamiento probablemente a causa de los gastos de depreciación y amortización.
Asimismo se puede deducir que la cuenta de intereses parece haber afectado al negocio últimamente. Peor aún, el EBIT se desplomó un 61% en los últimos 24 meses, obteniendo un repunte recién este año. En este sentido, la perspectiva para 2024 es optimista: la facturación seguirá reportando un aumento del 9,4% para alcanzar los USD 1.095,6 millones, con una mejora en el margen bruto de 13,8% al totalizar los USD 292,7 millones. La estructura de gastos crecerá a una tasa inferior al aumento en la facturación, mientras que se verifica una desaceleración en la cuenta de amortizaciones y depreciaciones, lo que podría implicar una ralentización de la adquisición de capital fijo mediante fondeo privado y cierta baja en los gastos financieros. Restará esperar el consolidado anual donde no pocos analistas querrán confirmar los advertencias aquí expuestas.
Proyección histórica de ingresos – actual y estimado (en mm usd)
Autor: Daniel Miliá. Magister en Gestión Económica y Financiera de Riesgos Especialista en Mercado de Capitales. Lic. En Economía. Autor de libros y artículos de finanzas y mercado de capitales. Conferencista nacional e internacional.