El pasado jueves 26 de enero, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de EE. UU. sancionó a la empresa Spacety, entre otras entidades afectadas, por suministrar imágenes satelitales de radar de Ucrania a una organización privada de Rusia denominada Grupo Wagner, identificada por Estados Unidos como una organización paramilitar transnacional.
Spacety, también conocida como el Instituto de Investigación de Tecnología y Ciencia Espacial Tianyi de Changsha, es una de las primeras empresas espaciales comerciales de propiedad privada en China. Fundada en 2016 por ex empleados de la Academia de Ciencias de China, la empresa fabrica pequeños satélites de observación terrestre con radares de apertura sintética (SAR) y tiene su sede en Changsha, provincia de Hunan, con oficinas en Beijing y Luxemburgo.
Hasta ahora, Spacety ha lanzado dos satélites de imágenes SAR de banda C, el último ellos para la constelación Tianxian de 96 satelites SAR de la empresa estatal China Electronics Technology Group (CETC). Spacety ha estado trabajando con empresas de todo el mundo, suministrando imágenes para distintos clientes y cobertura de distintos desastres naturales a nivel global. La empresa incluso ha considerado lanzar satélites a bordo de lanzadores indios para permitirle trabajar con socios que no puedan volar en lanzadores chinos.
Según la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de EE. UU, Spacety proporcionó imágenes satelitales de radar de apertura sintética (SAR) de ubicaciones en Ucrania a Terra Tech, una empresa de geoanalítica con sede en Rusia. Esto provocó que tanto Spacety como su subsidiaria con sede en Luxemburgo entren en la lista SDN (sigla por “Specially Designated Nationals”) del departamento del Tesoro de EE.UU., lo cual implica un embargo de activos y la prohibición de trabajar con socios estadounidenses.
A través de un comunicado en su sitio web, la empresa declaró este domingo:
“Por la presente afirmamos y declaramos solemnemente que hemos estado cumpliendo estrictamente con las leyes y regulaciones de los países y regiones relevantes en el curso del desarrollo comercial, y cumplimos plenamente con las sanciones internacionales impuestas a Rusia por los Estados Unidos y la Unión Europea, y nunca tener ningún vínculo con Rusia después de que se impusieran las sanciones internacionales. Todos nuestros productos y servicios se utilizan con fines civiles y comerciales y no implican ningún uso militar. Nunca hemos tenido ninguna relación comercial, ni hemos hecho ningún trato, ni hemos firmado ningún acuerdo con la entidad rusa acusada por los Estados Unidos y hemos detenido todas las relaciones comerciales o negocios con otras entidades rusas desde que comenzó la guerra ruso-ucraniana, y nosotros nunca hemos participado ni participaremos en ningún tipo de actividad militar en apoyo de la Guerra Ruso-Ucraniana y el Grupo Wagner.”
Este conflicto se enmarca en las tensiones de larga data entre Estados Unidos y China. Sin embargo, China ha buscado mostrarse como neutral con relación al conflicto en Ucrania. Por un lado, ha adherido a las sanciones estadounidenses y europeas impuestas a Rusia y, a pesar de su historia de colaboración con Rusia en materia espacial, no ha incluido nuevos proyectos de cooperación en sus planes futuros de exploración lunar. Por otro lado, a través del periódico oficial de las fuerzas militares de China en abril del año pasado, China ha señalado como problemático tanto la provisión de comunicaciones satelitales por parte de Starlink a las tropas ucranianas, como la provisión de imágenes satelitales por parte de Maxar y Black Sky sobre los movimientos de tropas rusas a Ucrania.