Por Daniel Miliá
Durante mediados de enero, el Pentágono afirmó que los contratistas de defensa pueden necesitar exenciones fiscales, menos regulaciones y contratos a largo plazo como incentivos para impulsar su producción. Esto encendió las alertas entre inversores y obliga a analizar con mayor detenimiento la hoja de balance de General Dynamics.
Puntualmente, se propone aumentos de la inversión, la producción y la capacidad y una mayor cooperación con los aliados para impulsar la producción de armas en todo el espectro, desde las armas hipersónicas hasta las herramientas cibernéticas y el mercado aeroespacial. En este sentido, recomienda al Congreso que explore una lista de acciones como incentivos fiscales, exenciones normativas y contratos a largo plazo destinados específicamente a crear y mantener una capacidad de producción excedentaria.
El aumento de la producción unido a las exenciones fiscales apuntalaría los ya de por sí fuertes beneficios de las empresas de defensa. Los principales contratistas Lockheed Martin, General Dynamics, Northrop Grumman y L3Harris Technologies reportaron ganancias mejores de lo esperado el trimestre pasado, y los ejecutivos esperan que tanto el conflicto en Ucrania como la guerra de Israel con el grupo militante palestino Hamás impulsen la demanda a corto plazo.
Por ejemplo, el Ejército estadounidense solicitó a inicios de 2024 al Congreso la aprobación de USD 3.100 millones para comprar cartuchos de artillería y ampliar la producción para reemplazar rápidamente las existencias agotadas por los envíos a Ucrania y ahora a Israel, a lo que se le suma el pedido urgente de más aviones.
Con relación a ello, la cartera de defensa de General Dynamics está estratégicamente posicionada para beneficiarse de las prioridades presupuestarias tanto a corto plazo, particularmente en municiones y electrónica, como a largo plazo, específicamente en construcción naval. Sin embargo, los continuos retrasos en la certificación de la Administración Federal de Aviación han retrasado las entregas y el calendario presupuestario del Departamento de Defensa sigue siendo incierto, a la vez que los márgenes del segmento naval probablemente sigan presionados.
Si bien la incertidumbre en torno al presupuesto de defensa plantea un reto, analistas del sector prevén una mejora de las perspectivas para los segmentos de combate y marino, donde la empresa sigue estando fuertemente posicionada en relación con las prioridades presupuestarias.
Estando próximo a publicar sus resultados 2023, se estima que la facturación alcanzará los USD 42.064 millones, siendo un 6,7% más que el año anterior. Su margen bruto superará los USD 7.261 millones, evidenciando un crecimiento del 9,7% interanual. El EBITDA se estima en USD 5.152,7 millones escalando un 1,1% en relación al último ejercicio cerrado. Asimismo, y pese a una baja del 11% en la carga de intereses, el flujo de efectivo experimentará un retroceso del 1,6% pero fluctuando en el promedio de los últimos tres años, en el orden de los USD 3.300 millones.
En cuanto a las previsiones para 2024, se espera una suba del 9,6% de las ventas para aproximarse a los USD 46.100 millones, mientras que el margen bruto puede escalar hasta los USD 8.258 millones, alcanzado un incremento del 13,7% frente al año anterior. Asimismo, mejorará la cobertura de intereses y el flujo de efectivo espera a cerrar por encima de los USD 4.000 millones.
Proyección histórica de ingresos – actual y estimado (en mm usd)
Autor: Daniel Miliá. Magister en Gestión Económica y Financiera de Riesgos Especialista en Mercado de Capitales. Lic. En Economía. Autor de libros y artículos de finanzas y mercado de capitales. Conferencista nacional e internacional.